Xalapa, Veracruz. Ante el accidente que cobró la vida de Abraham Márquez Carmona, iluminador de Radio y Televisión de Veracruz (RTV), en el canal al intentar cambiar una lampara en unos de los estudios de la televisora y caer de una escalera de aproximadamente 4 metros de altura; trabajadores denunciaron la falta de inversión en el mantenimiento de equipos y vehículos por la administración actual.
Por lo que exigieron mejores condiciones de trabajo pues señalaron que todo está descompuesto, remendado, e incluso, obsoleto, lo que impide que RTV realice trabajos de calidad.
“Años de negligencia, falta de mantenimiento y decisiones mal tomadas han creado un entorno de trabajo precario e inseguro. No es solo una escalera lo que acabó con la vida de nuestro compañero Abraham. Es la acumulación de prepotencia, desentendimiento y negligencia por parte de aquellos que deberían garantizar nuestras condiciones de trabajo”, se lee en el manifiesto.
Asimismo, exigieron una auditoria exhaustiva e independientes para que se identifiquen y sancionen a los responsables, y se implementen medidas correctivas inmediatas que garanticen la transparencia y el buen funcionamiento de la institución, pues en la infraestructura no se ve reflejado el recurso destinado a la televisora.
“Hoy en día, las afectaciones son palpables en cada rincón de nuestra institución. Las sillas en las que nos sentamos están en condiciones deplorables, los equipos informáticos son insuficientes para sostener nuestras labores cotidianas, y muchos de nosotros hemos tenido que improvisar para poder trabajar. La situación es tal que hemos salido del aire por falta de plantas de luz, cuyo mantenimiento nunca se llevó a cabo de manera adecuada. La falta de mantenimiento no se limita solo a los equipos y mobiliario. Los baños de nuestras instalaciones han sido un reflejo de este abandono: durante años no hubo jabón y aún hoy día ni papel, hay tazas que carecen de tapas y las llaves de los lavabos inservibles”, refirieron.
Por lo que los trabajadores exigieron una intervención real y profunda sin promesas vacías ni soluciones a medias que abarque desde la reparación de las instalaciones hasta el cambio de actitud por parte de quienes dirigen esta institución.
“Abraham era uno de nosotros, un trabajador que, como todos, merecía un entorno seguro donde realizar su labor. Su muerte es un recordatorio doloroso de lo que está en juego. No podemos permitir que su sacrificio sea en vano. Este manifiesto es nuestra voz, nuestra declaración de que no nos quedaremos callados ante la injusticia”.
