Sembrar buenos principios pide la Iglesia a maestros

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Al celebrarse en México el Día del Maestro, este 15 de mayo, los obispos mexicanos hicieron un llamado a los docentes a “sembrar buenos principios en el corazón de cada alumno”.

El mensaje difundido hace un par de días, bajo el título La Educación es una Tarea Sagrada, Porque Sagrada es la Persona, firmado por don Alfonso Cortés, Arzobispo Emérito de León y Responsable de la Dimensión para la Cultura y la Educación de la Conferencia del Episcopado Mexicano, agregó:

“Para un niño, un adolescente, un joven y para todo ser humano es fundamental enfrentar la vida con sentido y dignidad, lo cual es inalcanzable sin la correcta educación.

“Con la alta virtud, como lo enseñaban los clásicos, el ser humano está capacitado para enfrentar con entereza las tareas de la vida y, sobre todo, para convertirse en una persona de bien.

“Después de los padres, los maestros tienen una oportunidad fundamental para ayudar a que México cuente con los ciudadanos que realmente merece.

“Pasar algunas horas, cada semana, frente a sus alumnos les da la oportunidad de ayudarles, antes que nada, a entender el sentido de la vida, sin que eso demerite la adquisición de las herramientas técnicas específicas, de modo que un día puedan desempeñar un oficio de manera cualificada”.

Sin embargo, advierten los obispos mexicanos que “es tiempo de refocalizar la educación, pues, la cultura del relativismo, que se mueve desde el yo y sus caprichos, así como la idolatría del dinero y del poder, que tanto señaló el Papa Francisco, de feliz memoria, han influido equivocadamente en esta tarea sagrada de la educación. En consecuencia, la tentación nos llama más a educar para el tener y poco con sentido de solidaridad”.

Los obispos aseguraron: “Sigue vigente el sueño del Papa Francisco de un Pacto Educativo Global en el que los maestros son actores de primer nivel.

“De dicho Pacto se desprenden tareas muy puntuales como recuperar la centralidad de la persona, apostar por una educación integral, educar en la verdad y la libertad para promover la paz, reconocer el papel fundamental de la familia, trabajar para que escuela y maestros nunca pierdan de vista la misión de la educación, entre otras”.

Finalmente concluyeron los obispos mexicanos que “como Iglesia, nos sentimos profundamente comprometidos con la tarea educativa, porque nos interesa México. Respetuosos de sus creencias e ideologías, les pedimos que nos vean como aliados en esta tarea esencial de la vida humana que nos une y compromete a todos”.

leticia_montagner@hotmail.com