El 23 de enero, estudiantes oaxaqueños fueron agredidos brutalmente por un grupo de porros que desalojaron con armas de todo tipo a muchachas y muchachos que se encontraban en un modesto albergue ubicado en Villas de Monte Albán. Se trata de un intento de linchamiento en contra de los hijos del pueblo, a quienes sus ingresos económicos no les permite pagar o rentar un piso en donde establecerse durante la vida universitaria. ¿Por qué debería indignarnos este hecho?
En una entrevista para Primera Línea Mx, Ariadna Bonilla, responsable del albergue estudiantil de Villas de Monte Albán, expresó lo siguiente: “Estábamos comiendo, mientras otros terminaban el círculo de estudio con el maestro de historia, cuando empezaron a entrar varias personas armadas con palos, piedras y armas de fuego”… aquí hago una pausa, porque quiero señalar que esta joven, que es prácticamente una chiquilla de unos 17 años, deja en evidencia que mientras se encontraban pacíficamente en las instalaciones del albergue, un grupo de personas armadas (o sea, gente adulta) irrumpieron en la propiedad privada de los estudiantes con toda la intención de hacerles daño. “Nos empezaron a amenazar y nos desalojaron de nuestro propio albergue”, continuó señalando la joven y, como el lector puede apreciar en las evidencias fotográficas y videográficas, fue un acto de extrema violencia, como si no se tratase de jóvenes humildes, de muchachos que representan el porvenir y el futuro de este país. “Intenté sacar a los que pude y corrimos por donde pudimos, tratando de salvarnos”, narró posteriormente la preparatoriana, quien puntualizó que aún así sus actos no fueron suficiente y que hay gente herida tras los ataques encabezados por una tal María Legazpi: una fulana que ha alentado a vándalos y delincuentes a violentar a estas criaturas alegando que no tienen derecho de estar ahí y, para dejarlo en claro, destruyó (con sus cochinas manos) los modestos cuartos provisionales que las víctimas tenían por casa estudiantil.
Ahora bien, quiero citar nuevamente un fragmento de esta video nota, que es la parte que a mí más me indigna sobre lo acontecido; Bonilla comenta que: “Marcamos al 911, pero se demoraron en todos los aspectos. Absolutamente todos los estudiantes llamamos para pedir auxilio y nunca respondieron a nuestro llamado. El Estado permitió que nos golpearan, nos culpó y defendió a las señoras que nos agredieron”. Yo me pregunto y espero que la vía pública también lo haga: ¿qué pasa por la cabeza de las autoridades de Oaxaca?, ¿quién carajos se atrevió a dar la orden de que dejaran desamparados a los estudiantes?, ¿tanto odio contra unos pequeños que lo único que están buscando es una oportunidad para salir adelante? Y la pregunta más importante: ¿qué medidas van a tomar para que esto no vuelva a ocurrir? Porque a pesar de que, a los estudiantes, ustedes autoridades, les señalaron que: “No se van a hacer responsables de lo que pase si ellos deciden quedarse en el albergue”.
Déjenme decirles que nosotros (la población consciente de la atrocidad de sus actos) no los vamos a librar de lo que les pueda pasar a estos jóvenes. Los ciudadanos buenos vamos a cobijar y apoyar a los moradores de esta casa estudiantil, el tiempo que sea necesario; estaremos ahí, vigilando que ustedes hagan su trabajo y se ocupen de asegurar que las víctimas no corran ningún riesgo ni teman por sus vidas, porque estamos hartos de que en este país se normalice que no haya justicia; tan es así, que creemos sorprendente la impunidad con la que hasta ahora han obrado el señor Iván García Álvarez, secretario de Seguridad Pública y Salomón Jara Cruz, gobernador morenista de Oaxaca, sin embargo, hacemos de su conocimiento que no lo vamos a seguir permitiendo, por este medio les hacemos el llamado a salvaguardar la vida de los hijos de nuestra patria o de lo contrario, marcharemos.