Yuneri Tolentino
La federación de la juventud
Yuneri Tolentino
Hace algunos años tuve la fortuna de ser parte de las casas del estudiante, donde habitan los jóvenes que están decididos a tener un mejor futuro, una patria más justa o, como a veces ellos le dicen, “una sociedad nueva”.
Cuando me invitaron al congreso estatal de la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios “Rafael Ramírez”, acepté inmediatamente, dentro de ella formé las mejores relaciones de amistad y hermandad que hasta hoy continúan vigentes. El congreso de la FNERRR (como es comúnmente llamada la federación por sus siglas) es una reunión en la que se congregan jóvenes para dar guía a su lucha, en la que se toman decisiones de suma importancia y ahora verán por qué.
La invitación la recibí un día antes. A las 10 de la mañana era la cita para los comités de la FNERRR de distintos municipios del estado. El teatro de la ciudad era suyo y lo aprovecharon al máximo. Al llegar uno piensa que por ser tan cortos de edad podrían crear un alboroto y ser desordenado, pero los muchachos de la FNERRR no lo son en absoluto. Llegué cinco para las 10, me permitieron pasar y me cedieron un asiento desde el que pude obervar cómo de manera ordenada cada uno de los asistentes tomaba su lugar. Todos los comités fueron llegando muy bien vestidos y cuando se saludaban entre ellos lo hacían de una manera muy alegre.
Me quedé viendo así a todos, había risas y pláticas que habían quedado pendientes de otras reuniones, algunos reencuentros y uno que otro joven nuevo siendo incluido por todos los demás a las risas en una cálida bienvenida. A las 10:30 de la mañana todos se prepararon para el banquete cultural… ¡que ellos mismos habían preparado! Imagínense mi sorpresa: ver a una joven siendo maestra de ceremonias, a otro joven encargándose del sonido, a la prensa que también eran jóvenes.
Para esperar a la dirección estatal de los fenerianos me dispuse a disfrutar de un primer programa cultural, en el que los jóvenes de la Universidad de Artes Macuilxóchitl brindaron alegría con bailes folclóricos de Sonora. Terminando, llegaron los responsables del evento, acompañados por Jassón Celis Córdova, responsable estudiantil del Movimiento Antorchista Nacional; Lirio Dení García, integrante de la Comisión Nacional Estudiantil del Movimiento Antorchista, que fue líder de los estudiantes en la Universidad Autónoma Chapingo y como maestra en la misma universidad, formó parte de las casas del estudiante, además de continuar con la lucha estudiantil en el mismo y quien sería la conferencista invitada, estuvo presente Adán Márquez Vicente, líder nacional de la FNERRR, e Isolda Morán Reyes, exlíder de los fenerianos en Puebla.
Los asistentes tomaron su lugar y guardaron silencio. Estos jóvenes demostraron mucho más orden y madurez que varias personas adultas. Lirio dio una conferencia en la que destacó los movimientos estudiantiles en México y la importancia de que los jóvenes continúen luchando por mejorar el sistema de la sociedad. Hizo hincapié en que se busque la manera de crecer como federación.
Una de las partes que fue muy emotiva para mí y para todos fue cuando uno de los jóvenes pasó firme y decidido a decir lo que la FNERRR había hecho por él: “A mí me sacó de las drogas y del vandalismo”. Cuando un joven dice algo así uno piensa en que la FNERRR son miles de hermanos distribuidos por la república, en la que pese a cualquier condición se ayudan a continuar con su lucha y estudios.
En la sesión de preguntas y respuestas, un gran número de muchachos se levantaron a agradecer las palabras de la maestra, otros expusieron sus dudas, pero fue la mayoría la que tomó el micrófono. Cada duda fue respuesta y cada inquietud fue aclarada.
A la 1:20 de la tarde inició un nuevo el programa cultural. Todos aplaudieron y cantaron. Los artistas eran de escuelas fenerianas y explicaron que se trataba del resultado de los clubes artísticos. Las consignas que gritaban eran fuertes y llenas de orgullo y seguridad, alzaban las banderitas que seguramente ellos mismos habían hecho con mucha felicidad para el congreso. Después del programa cultural, decidieron ofrecer un espacio para la comida y a las 3:00 de la tarde volverían a entrar para realizar la votación de la nueva comisión estatal, todos salieron de la misma forma en la que entraron, ordenando todo, dejando el área libre de basura, acomodando sus banderitas para el regreso. La hora de comida terminó muy rápido y al regresar me topé con una fila muy larga para ingresar de nuevo al teatro. La puntualidad es algo que ellos tienen desarrollado. Tuve suerte de estar con ellos, de ver cómo la alegría parecía no acabarse y de que el cansancio aún ni los tocara. Uno hablando de la escuela, otros contando un chismecito, uno así es cuando es joven. Varios de ellos no llegaban a los 20 y, sin embargo, mostraban mucha madurez a su edad.
A las 3:20 de la tarde todos estábamos dentro de nuevo en nuestros lugares. Inició la toma de votos para elegir al nuevo líder estatal. Hubo propuestas, todos participando de una manera ordenada y cada que uno de ellos tomaba el micrófono, yo y cualquier persona que hubiera asistido se daba cuenta de que hablaban con argumentos mucho más sensatos que el propio presidente de la república. Así, al final la elección la ganó Andrés Bonilla Santiago, como nuevo líder de Puebla. Agradeció el apoyo de los estudiantes y dijo que luchará por las demandas que se tenían en cada una de las escuelas y municipios. Todos aplaudieron y felices gritaron una última consigna antes de retirarse a sus municipios, una muy particular en ellos y que quiero compartir con ustedes solo para que puedan darse cuenta de la grandeza de los fenerianos:
¡Porque somos estudiantes!
-¡Sí, señor!
¡Porque somos fenerianos!
-¡Sí, señor!
¡Porque no podrán pararnos!
-¡Sí, señor!
¡Ni con tanques, ni metrallas!
-¡Sí señor!
¡Como dijo el comandante!
-¡Sí, señor!
¡Comandante Che Guevara!
-¡Sí, señor!
¡Hasta la victoria siempre!
-¡Sí, señor!
¡La vanguardia llevaremos!
-¡Sí, señor!
¡Y por siempre triunfaremos
-¡Sí, señor!
¡Hasta la victoria siempre!
-¡Sí, señor…!
Estoy completamente firme ante la idea de que ellos son el verdadero futuro de nuestro país. Si todos los jóvenes supieran cuál es su tarea como estudiantes, con metas claras, participara y se integrara al proceso revolucionario, México cambiaría muy pronto, aún así la tarea de los muchachos sigue en pie y creo que nadie los podrá parar.