El Paquete Económico para el Ejercicio Fiscal 2023, propuesto por el presidente Andrés Manuel López Obrador al Congreso de la Unión, es profundamente inequitativo y castiga a los trabajadores del sector informal, sin acceso a servicios públicos.
Además, está fincado en sobrestimaciones del crecimiento económico y la recaudación fiscal, que provocarían un déficit y el recorte del gasto en sectores como la educación, la salud y el empleo.
Para Vania Sánchez, directora del Centro Mexicano de Estudios Económicos y Sociales (CEMEES), la propuesta de presupuesto para el próximo año, refleja a los sectores prioritarios del presidente: Los empresarios, los adultos mayores y las fuerzas armadas.
El Paquete Económico es desigual en términos generacionales, ya que beneficia la población adulta mayor, base electoral del presidente López Obrador, pero castiga a los niños y jóvenes.
Es inequitativo en términos de ingresos porque nuevamente se deja caer la loza sobre los trabajadores asalariados en términos de recaudación: La tasa efectiva es 4 por ciento mayor sobre el salario que sobre las ganancias de las empresas.
Por otra parte, beneficia a las fuerzas armadas que concentran una gran cantidad de recursos públicos, con la construcción del Aeropuerto Felipe Ángeles o el Tren Maya, valuado en 11 mil millones de dólares.
Para la economista, el presupuesto federal es una canasta básica que se debe distribuir y cuando se priorizan algunos sectores, se descobija al resto.
De ahí, el riesgo de presentar sobrestimaciones de la recaudación de impuestos, el crecimiento del Producto Interno Bruto y el tipo de cambio, que define el costo de la deuda pública.
“Se castigará a los rubros más fáciles ¿Cuáles? Los que dependen completamente de las secretarías: Educación, Salud, Trabajo. No van a castigar sus inversiones prioritarias o sus obligaciones, como el pago de la deuda”.
Vania Sánchez destacó que el presidente López Obrador tiene una mala lectura del problema de la pobreza en México, al repetir que la causa es la corrupción, dejando intacta la desigual distribución de la riqueza:
“En México, el 10% mas rico posee el 78% de la riqueza y el 50% más pobre no tiene nada, pero además ya debe lo que tendrá en el futuro.
“A esta desigual distribución de la riqueza le corresponde una desigual distribución del ingreso, es decir, el flujo de dinero que llega a cada uno de los sectores.
“Esa es la causa fundamental de la pobreza en México. Por lo tanto, los programas de transferencias monetarias no pueden resolver un problema estructural.
“Lo que sí podrían hacer es paliar los efectos de la pobreza, pero no lo hacen”.
Aquí, la entrevista completa con la Dra. Vania Sánchez, directora del CEMEES.