El 18 de julio, afuera de la Fiscalía del Estado, Miriam Vázquez Vázquez denunció las irregularidades cometidas por el Ministerio Público cuando su ex pareja, Ramón N., sustrajo a sus hijas y violó a la mayor, de 16 años, con quien procreó una bebé.
Desde entonces, colectivas feministas apoyaron la causa de Miriam, que continúo con los trámites judiciales para trasladar a sus dos hijas mayores y su nieta a un albergue, lejos de su agresor, mientras sus dos hijas menores permanecen bajo su custodia.
Sin embargo, existen dos causas abiertas: la primera, contra su ex pareja Ramón N., por sustracción de menores y violación; la segunda; en contra del asesor jurídico de Miriam, Mario N., del Centro de Atención a Víctimas de Huauchinango.
De acuerdo con la joven, el funcionario la drogó y posteriormente la violó. Además, Mario N. es hermano del juez Celestino N, quien presuntamente le ayudó a mantenerse impune, narró la denunciante.
Revictimización
Este lunes, el gobernador Miguel Barbosa recibió a Miriam en Casa Aguayo. Con su caso, abrió la conferencia de prensa matutina.
Por momentos afligida al relatar su historia y por otros confiada al contar con el apoyo del Poder Ejecutivo estatal, la joven madre y abuela fue objeto de un cuestionario revictimizante.
Fue un repaso de los abusos y violaciones que empataron con la narrativa propuesta por Miguel Barbosa, quien utilizó términos como “la violada” para referirse a la hija adolescente de Miriam, abusada y sustraída por su padrastro.
No obstante, teme por su vida, porque el padre de sus dos hijas menores le advirtió que las prefiere huérfanas a perder el juicio. También, por las represalias de las autoridades señaladas en sus denuncias.