La inseguridad en Puebla pasó de ser una preocupación a convertirse en una emergencia. A pesar del discurso oficial que insiste en matizar la gravedad de la situación, los datos son contundentes y no admiten eufemismos: vivimos en un estado donde la violencia se ha exacerbado y las autoridades han optado por polarizarla en lugar de enfrentarla.
“Respetuosamente pedimos a todos los mexicanos su apoyo a nuestra exigencia de castigo para quienes asesinaron a Mercedes, a Conrado y a su niño, y nos unimos a todos los que han sido víctimas de la injusticia y la impunidad"