El economista italiano tenía que enfrentar la crisis económica provocada por la pandemia y, además, adherirse a la promesa europea de independizarse del gas ruso. La tasa de inflación de Italia aumentó en junio hasta el 8 % interanual, el nivel más alto desde 1986, principalmente por el alza en los precios de la energía, a causa de las sanciones que impusieron a Rusia con efecto adverso para los propios italianos.