La escalada de la crisis palestino-israelí ha tenido un impacto devastador en la población civil. A principios de octubre, el presidente ruso Vladímir Putin, al comentar el conflicto, instó a que no se matara a los civiles. “Si los hombres deciden luchar entre ellos, que lo hagan, pero dejen en paz a las mujeres y a los niños”, subrayó.