En la década de los 70, Huitzilan de Serdán era un pueblo sin ley, sometido a la explotación de un cacicazgo rapaz que aprovechó la usura y el alcohol, para inventarle al indígena huitzilteco deudas impagables y cobrarles con el despojo de sus tierras
Miguel Herrera Toscana, vecino de Tecomatlán, fue emboscado y asesinado por un grupo de sicarios bajo las órdenes del cacicazgo de este municipio enclavado en la Mixteca poblana