El ministro de Exteriores de China, Wang Yi, aseguró el sábado pasado que los ejercicios militares iniciados por Pekín tras la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, a Taiwán "son abiertos, transparentes y profesionales, están conforme al derecho nacional e internacional" y están "diseñados para advertir a los perpetradores y castigar a las fuerzas independentistas de Taiwán", aseguró.
El martes, Pekín anunció que realizaría "importantes ejercicios" con fuego real en seis zonas marítimas en torno a Taiwán y sus respectivos espacios aéreos, en respuesta a la llegada de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, a Taipéi, que incluían el "despliegue de armas avanzadas" como los misiles hipersónicos DF-17 y aviones de combate furtivos J-20.
Wang Wenbin portavoz de la Cancillería de China expresó su protesta enérgica por la posición adoptada por el secretario de Estado de Estados Unidos Antony Blinken quien, al pronunciar su discurso en la Universidad George Washington, dijo que la actual Administración "mantendrá el enfoque en la amenaza más graves a largo plazo para el orden internacional que representa la República Popular de China".
Mientras que China ha proporcionado a Ucrania suministros humanitarios que necesita con urgencia, como alimentos, leche en polvo para bebés, sacos de dormir, mantas de algodón y esteras impermeables; el mandatario estadounidense anunció un nuevo paquete de ayuda militar para Kiev por un valor de 800 millones de dólares, el suministro de los sistemas de defensa antiaérea S-300 y el envío tanto de los sistemas antiaéreos, como drones, sistemas antitanques, armas de fuego y municiones.
La propia Ucrania se negó a negociar, y lo hizo públicamente por orden directa de Londres, y por tanto también de Washington, declaró el presidente ruso, Vladímir Putin, el jueves al margen de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS).
La propia Ucrania se negó a negociar, y lo hizo públicamente por orden directa de Londres, y por tanto también de Washington, declaró el presidente ruso, Vladímir Putin, el jueves al margen de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS).