Quienes continuaron con sus estudios afrontan en promedio un retraso de un año por la pérdida de aprendizajes adquiridos más los que estaban programados, con un atraso equivalente a dos años para los estudiantes más vulnerables.
Ante el incremento de los contagios por SARS-Cov-2 a nivel nacional, pero sobre todo ante la aparición de la variante Ómicron, el virus más infectivo que la humanidad haya conocido, incluso por encima del Sarampión, es que la BUAP tomó la decisión de posponer el regreso presencial a las actividades, pero nunca cancelarlo, pues la prioridad siempre será la protección de los alumnos y el personal universitario, indicó la Rectora Lilia Cedillo Ramírez, quien apeló a la comprensión y responsabilidad de todos los universitarios.