Durante el presente siglo, EE. UU. y la OTAN han protagonizado diferentes conflictos bélicos en varios países, dejando una cifra terrorífica de más de 350 mil 800 muertos de la población civil y 38 millones de desplazados; además de una enorme destrucción de los países agredidos, según información proporcionada por el Instituto Watson, centro de estudios sobre asuntos internacionales, dependiente de la Universidad Brown (EE. UU.)
Scott Ritter dijo que el presidente Joe Biden debería decirle a su par de Ucrania, Volodímir Zelenski, que siendo realistas su país no tiene chances de salir victorioso de su enfrentamiento con Rusia.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Nasser Kanaani, afirmó que la comunidad internacional debería emprender una investigación seria e imparcial sobre los laboratorios biológicos de Estados Unidos en Ucrania y otros países.
Las autoridades informaron que al menos 46 personas fueron detenidas en una nueva jornada de protestas contra la reforma de las pensiones del Gobierno francés.
En el oeste de Ucrania, un misil hipersónico Kinzhal, de las fuerzas rusas golpeó un búnker que se extendía a 80 metros de profundidad. Los rusos creen que este búnker cerca de Lvov era un punto de mando estratégico de la OTAN utilizado para controlar los sistemas antiaéreos. Todavía es pronto, pero Rusia supone que había hasta 300 personas en el búnker, 40 de los cuales eran especialistas extranjeros de alto rango, por lo que podemos esperar que 40 bolsas para cadáveres se dirijan al oeste a su debido tiempo.
La semana pasada se reunieron de manera privada, sin prensa ni ningún otro miembro del personal, los mandatarios de Alemania y Estados Unidos, Olaf Scholz y Joseph Robinette Biden, respectivamente.
Ni el Gobierno de Biden ni el alemán han dado una explicación del extraordinario viaje. El secetismo de la reunión llama la atención porque es un formato de tiempos de la Segunda Guerra Mundial.
Lo que Occidente presenta como “!el primer año” de guerra en Ucrania en realidad debería recordarse como el noveno año de ese conflicto, cuyo verdadero inicio tuvo lugar en febrero de 2014, con el golpe de Estado orquestado en la plaza Maidan por Estados Unidos y la OTAN.