Aunque algunos medios de la derecha peruana coincidían en afirmar que el mal estado del tiempo impediría o si acaso debilitaría las manifestaciones contra la presidenta, Dina Boluarte, a 100 días de haber asumido su espurio mandato, estas han proseguido en numerosas regiones del país, e incluso la etnia indígena aimara se declaró en estado de huelga indefinida.