El gobierno alemán presidido por Olaf Sholz decidió enviar tanques Leopard a Ucrania sin tomar en consideración los resultados de múltiples encuestas en Alemania que demuestran que una gran cantidad de los ciudadanos alemanes se opone al envío de armas a Ucrania para alimentar del conflicto.
Así, a principios de año, el 1 de enero, un diario alemán publicó una encuesta en la que el rearme del Bundeswehr y el envío de armas pesadas a Ucrania solo era considerado como importante por una minoría, el 26 % de los encuestados en el primer caso y el 19 % en el segundo.