Álvaro “N” confesó a los policías municipales haber escuchado voces, admitió ante sus hijas y las autoridades haber destrozado a su esposa y tirar parte de su cuerpo en una barranca.
Ante la denuncia pública realizada por vecinos de la Junta Auxiliar de la Resurrección, en la que informaron que en la zona existen altos niveles de delincuencia por lo que implementarían “toque de queda”, el alcalde Eduardo Rivera Pérez señaló que no hay condiciones de guerra para activar esta disposición.