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Con un aumento de hasta el 21.9 por ciento con respecto al año anterior, la cifra de personas desaparecidas en el estado de Puebla registró el nivel más alto.

Han pasado ya 14 días desde que dos jóvenes padres de familia y su pequeño hijo de seis años, fueron masacrados en el estado de Guerrero y las autoridades guardan silencio.

Se realiza la detención de Israel N. de 32 años de edad y Juan José Mariano N. de 27 años de edad en el municipio de Nealtican en Avenida Carlos B. Zetina, esquina con Calle Moctezuma, Primer Barrio de Huejotzingo, esto por su probable responsabilidad por el delito de robo a transporte de carga.

Entre el 2018 y el 2023, el estado de Puebla registró un total de 223 casos de secuestro, colocándose en el cuarto lugar nacional con más delitos de este tipo.

Se realizó una intensa movilización policiaca tras informarse que un estudiante portaba un arma de fuego dentro del Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTIS) 134, donde procedió a amenazar a un compañero y huyó. Todos los echo ocurridos en Chilpancingo, Guerrero.

Los pobladores decidieron privar de la libertad al joven, después lo golpearon y finalmente le prendieron fuego, al rociarle gasolina.

La madrugada de este jueves un grupo de personas de la junta auxiliar de San Miguel Tianguistenco, perteneciente al municipio de Tlahuapan, notificaron que había un sujeto robando tubos del sistema de riego en un terreno, por lo que acudieron al lugar “cansados de la inseguridad en la zona”.

Dolorosa noticia la del fin de semana, una familia asesinada y torturada en el estado de Guerrero, los padres golpeados hasta la muerte y el pequeño de cinco años, asfixiado. Muchos medios lo señalaron como un caso más en este México violento, pero, ¿acaso ya normalizamos esta crueldad, este reguero de sangre?