Las sanciones económicas se han convertido en una herramienta de guerra económica recurrente, lo mismo que los aranceles y los bloqueos. Cada vez que una potencia sanciona a otra, hay que esperar represalias.
El Ministerio de Comercio de China incluyó a las empresas estadounidenses General Atomics Aeronautical Systems, General Dynamics Land System y Boeing Defense, Space & Security en la llamada “lista de entidades no confiables”, por su implicación en la venta de armas a Taiwán.