Del Conde era muy reconocido en Cuba por su contribución con el Movimiento 26 de julio, encabezado por Fidel Castro, siendo este quien le puso el apodo de “El Cuate” y a quien le manifestó con decisión a orillas del río Tuxpan: “Si usted me arregla ese yate, en ese yate me voy a Cuba” y si El Cuate no me falla “salgo y si salgo llego”; así pasó, la expedición compuesta por 82 revolucionarios, zarpó la madrugada del 25 de noviembre de 1956, llegando a las costas orientales de Cuba, cerca de las playas Las Coloradas en el Municipio de Niquero, el 2 de diciembre de ese mismo año para combatir contra la dictadura de Fulgencio Batista.
A partir de ese momento, cómo señalara el propio Fidel, todo sería más difícil: “Creo que es este un momento decisivo de nuestra historia: la tiranía ha sido derrocada. La alegría es inmensa. Y sin embargo, queda mucho por hacer todavía. No nos engañamos creyendo que en lo adelante todo será fácil; quizás en lo adelante todo sea más difícil. Decir la verdad es el primer deber de todo revolucionario. Engañar al pueblo, despertarle engañosas ilusiones, siempre traería las peores consecuencias, y estimo que al pueblo hay que alertarlo contra el exceso de optimismo. Tiene hoy el pueblo la paz como la quería: una paz sin dictadura, una paz sin crimen, una paz sin censura, una paz sin persecución”.