La visita del presidente chino produjo pocos avances en temas económicos y el conflicto en Ucrania, pero sí puso en evidencia que Pekín prefiere trabajar uno a uno para evitar la oposición colectiva a sus intereses.
El mandatario ruso explicó que “Los documentos doctrinales de Ucrania detallan que “Rusia es el enemigo” y que la devolución de Crimea por medios militares es posible”. De intentar esta acción militar cuestionó “¿Tenemos que entrar en guerra contra la OTAN? ¿Eso quieren los europeos?