El estallido de una huelga de gran alcance en Alemania comenzó este lunes paralizando todo el sector nacional del transporte cuyas demandas sindicales son...
La semana pasada se reunieron de manera privada, sin prensa ni ningún otro miembro del personal, los mandatarios de Alemania y Estados Unidos, Olaf Scholz y Joseph Robinette Biden, respectivamente.
Ni el Gobierno de Biden ni el alemán han dado una explicación del extraordinario viaje. El secetismo de la reunión llama la atención porque es un formato de tiempos de la Segunda Guerra Mundial.
Miles de italianos marcharon en la ciudad portuaria de Génova para denunciar las políticas belicistas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Los manifestantes llevaron pancartas y carteles en las que se podía leer, “No al terrorismo de la OTAN”, denunciado las políticas agresivas de la Organización del Tratado de la Alianza Norte (OTAN) y el apoyo brindado a Ucrania en su conflicto contra Rusia.
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Los primeros días de este mes, fue publicado el artículo escrito por el periodista estadounidense Seymour Hersh ganador de un Pulitzer en 1970 en...
Ha estallado en Europa un movimiento masivo de huelgas, las demandas principales en cada país son demandas de carácter sindical, sin embargo, se enfrentan a la represión policial y las amenazas de los gobierno desacreditados y ampliamente odiados.
Mientras los gobiernos arguyen que no pueden resolver las demandas de los trabajadores; los gobiernos europeos de todos los colores envían armas y presupuestos para intensificar la guerra de la OTAN contra Rusia en Ucrania, lo que significa poner en marcha una Tercera Guerra Mundial, cuyas costo y consecuencias pagarán las clases trabajadoras de cada país.
El gobierno alemán presidido por Olaf Sholz decidió enviar tanques Leopard a Ucrania sin tomar en consideración los resultados de múltiples encuestas en Alemania que demuestran que una gran cantidad de los ciudadanos alemanes se opone al envío de armas a Ucrania para alimentar del conflicto.
Así, a principios de año, el 1 de enero, un diario alemán publicó una encuesta en la que el rearme del Bundeswehr y el envío de armas pesadas a Ucrania solo era considerado como importante por una minoría, el 26 % de los encuestados en el primer caso y el 19 % en el segundo.
La Casa Blanca notificó que el Gobierno alemán tiene previsto enviar a las Fuerzas Armadas de Kiev una batería de misiles de defensa antiaérea Patriot, un sistema que ya había sido donado a Ucrania por Washington.