Por Luis Fernando Soto // @luisfersoto
Claudia Rivera Vivanco, la primera alcaldesa de la izquierda oficial mexicana, inició la gira del adiós, a unos días de concluir su periodo como presidenta municipal de Puebla, con una campaña publicitaria que destaca por la renovación de su imagen personal, la frase “Tres años son un buen principio”, spots de radio, televisión, redes sociales, además de una serie de entrevistas complacientes en medios de comunicación locales, en los que destaca el pago de la deuda municipal y obras públicas como ciclovías, como los principales logros de su administración.
Claudia Rivera Vivanco deja el cargo con una calificación reprobatoria por parte de la ciudadanía. De acuerdo con la Encuesta Nacional Así Van 100 alcaldes del país, correspondiente al mes de agosto y elaborada por Arias Consultores, la morenista poblana se sitúa en la posición número 98. Ante la pregunta: “En este mes ¿Cómo califica el desempeño de su alcalde/alcaldesa?”, el 92.9% de los poblanos encuestados reprobó a la militante de Morena, con apenas un 3.3% de aprobación.
Más datos de la encuesta que pueden revisar en las redes sociales de Arias Consultores, revelan que el 94% de los poblanos considera que Claudia Rivera miente, de ahí la importancia de dibujar, aunque sea con publicidad pagada con el erario, la imagen de la mujer que se convirtió en parteaguas de la administración pública municipal, cuando la realidad grita lo contrario. Y no por su condición de mujer, sino por su capacidad y preparación profesional para administrar la cuarta ciudad del país.
La escasa obra pública es el sello de los gobiernos postulados por Morena en Puebla. La inexperiencia nos costó cara pero también su silencio, porque en el empeño por cuidar la figura de Andrés Manuel López Obrador, nunca denunciaron los terribles recortes presupuestales. Y con tan poco dinero para obras ¿cómo lo vamos a priorizar? ¿En necesidades básicas o proyectos de relumbrón? Y ¿por qué no en ciclovías? Las mismas que fueron tan criticadas en la era Moreno Valle por su inutilidad.
Claudia Rivera también representa el error que cometimos al “votar parejo”, frase hermana del “carro completo” del viejo y sempiterno PRI, que desdeñaba a “la oposición” que “ni veía ni oía”. La presidenta municipal saliente le debe todo a AMLO. Se sacó la lotería. Las autoridades emanadas de Morena le deben todo al presidente, por eso se empeñan en limpiar la imagen de su líder, porque si pierde popularidad, simplemente pueden renunciar a un futuro en la política.
Pensé que la impopularidad de Rivera Vivanco y del gobernador Miguel Barbosa eran suficientes para contener el descontento hacia las políticas gubernamentales de López Obrador, pero no. Otra encuesta de Arias Consultores revela que el 78.8% de los poblanos opina que el presidente de la República miente. Sólo el 21.2% aún le cree al primer mandatario. Las malas administraciones municipales y estatales ya golpean el nivel de aprobación de Andrés Manuel, más preocupado por conservar simpatías que ofrecer resultados. De los números del gobernador de Puebla, hablaremos en la siguiente entrega.
