Aunque la Comisión Nacional del Agua (Conagua) alertó que la presa de Valsequillo está en un nivel del 99.73 por ciento de su capacitación, el gobierno de Puebla aseguró que «no hay riesgo de desbordamiento».
Ante ello, el organismo tomaría la decisión de abrir las compuertas de la presa, lo que podría provocar afectaciones en por lo menos siete municipios.
De acuerdo con Ana Lucía Hill Mayoral, titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), autoridades federales y estatales decidieron no abrir la compuerta de la presa porque cuenta con un vertedero que poco a poco va drenando el agua hacia el canal de riego aledaño.
Cabe mencionar que los ríos que surten con sus afluentes a la presa, como son los ríos Atoyac y Aleseseca, registraron bajos niveles de agua en sus caudales y se prevé que así se mantengan en las próximas horas.
«Se está desbordando, pero muy bajito, gracias a que los ríos Atoyac y Alseseca no están llegando con caudal fuerte para pensar en algo mayor», afirmó, el mandatario estatal Miguel Barbosa.
Pese a este panorama, la Secretaría de Seguridad Pública ya tiene dispuestas fuerzas del orden para que estén vigilantes, lo mismo que personal de Protección Civil, con la asesoría del Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla (Soapap).
Hill Mayoral mencionó que se mantendrá «guardia permanente» las 24 horas del día mientras la presa se encuentra al máximo de su capacidad; además, Barbosa Huerta ordenó que haya bombas de achique y desazolve en zonas que pudieran resultar afectadas ante una eventual inundación.
Entre las localidades y barrios que podrían estar en riesgo se encuentran: Tzicatlacoyan, Atoyatempan, Molcaxac, Huatlatlauca, Coatzingo, Tehuitzingo y Tecali de Herrera.