Las redes sociales se han convertido en vidas paralelas en las que parece que existe inmunidad para poder insultar, denigrar, amenazar y acosar, especialmente utilizando el sexo en sus diferentes vertientes.
Hoy en día además del ciber acoso se han presentado numerosas técnicas para denigrar a otras personas tal es el caso del “doxing”.
El doxing es, técnicamente, un conjunto de estrategias destinadas a recopilar información de un objetivo, ya sea persona física u organización.
Esta información es utilizada como una forma de acoso por Internet, amenazando y extorsionando con hacer público lo que se ha descubierto sobre la víctima.
El doxing se aprovecha de la huella digital que dejamos al navegar por Internet, al dejar comentarios y al registrarnos e interactuar con páginas web para, a partir de esos pocos datos, ir estirando del hilo y encontrar cosas como el lugar de residencia, el nombre de los amigos más cercanos, las aficiones, las opiniones políticas o incluso confesiones y vídeos comprometedores.
Una manera de evitar esto es el no caer ante el chantaje y hablar inmediatamente a la policía cibernética.