Por Leticia Montagner
Aunque usted no lo crea, las vacas son entrenadas para ir al baño, en un experimento para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, según publicó el periódico inglés The Guardian.
A los terneros se les enseña a usar el área del baño con recompensas y castigos leves, lo que limita la liberación de amoníaco. Según Jan Langbein, del Instituto de Investigación de Biología de Animales de Granja en Alemania, espera que en unos años todas las vacas vayan al baño.
Un rebaño de bovinos ha sido entrenado, en un experimento que podría allanar el camino para granjas más respetuosas con el medio ambiente.
Los desechos de las granjas de ganado a menudo contaminan el suelo, las vías fluviales y contribuyen a las emisiones de gases de efecto invernadero y a la acidificación del suelo. Por esta razón, durante mucho tiempo se ha considerado deseable al ganado para el control de esfínteres, pero varios intentos anteriores no han tenido éxito.
En este estudio, los científicos probaron un método que llamaron el enfoque Moo Loo para enseñar a los terneros a usar un área de baño en su establo, lo que significa que la orina podría recolectarse y tratarse.
El ganado, como muchos otros animales, es bastante inteligente y puede aprender mucho, dijo Langbein, psicólogo animal.
Los terneros fueron entrenados mediante un sistema de recompensas y castigos leves. Cuando orinaron en el área asignada, se les dio una bebida dulce o un poco de puré de cebada, y cuando hicieron sus necesidades en otro lugar, se sorprendieron con una pequeña ráfaga de agua desde arriba.
En unas pocas semanas, después de unas 15 sesiones de entrenamiento, 11 de los 16 terneros en el experimento habían sido entrenados para ir al baño con éxito, según el estudio publicado en la revista Current Biology.
Los cinco terneros que no fueron entrenados de manera confiable probablemente solo necesitaban más tiempo para dominar la habilidad, sugieren los autores. Langbein dijo que una ambición futura sería enseñar a las vacas a defecar también en un área de baño.
El equipo ahora está trabajando para crear un sistema automatizado que podría usarse para entrenar a los terneros casi sin la intervención de los agricultores. Queremos desarrollar algún tipo de tecnología de sensores que lo incluya todo, agregó Langbein.
El amoníaco producido en la orina de vaca no contribuye directamente a la crisis climática, pero cuando se filtra al suelo, los microbios lo convierten en óxido nitroso, que es el tercer gas de efecto invernadero más importante después del metano y el dióxido de carbono. La agricultura es la mayor fuente de emisiones de amoníaco, y la ganadería representa más de la mitad de esa contribución.
Según Langbein, las estimaciones iniciales sugieren que si el 80 % de la orina del ganado se recolectara de un establo, las emisiones de amoníaco se reducirían en más de la mitad.
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