Desde la llegada de los talibanes en Afganistán, las vacunas contra el Covid-19 se redujeron en un 80% y la mitad de las pocas dosis entregadas al país están a punto de caducar.
Al corte del 15 de agosto en Afganistán se habían vacunado 30,500 personas en 23 de las 34 provincias del país; el director regional de la organización para el Mediterráneo Oriental, Ahmed al Mandhari explicó que más de 500 toneladas de material sanitario destinadas al país asiático están bloqueadas en Dubái, ante la imposibilidad de enviarlas vía aérea por la situación caótica en el aeropuerto de Kabul.
Ante este grave problema para los afganos, China anunció que proveerá a Afganistán con tres millones de dosis de vacunas contra la Covid-19, así como ayuda humanitaria equivalente a más de 30 millones de dólares en alimentos, suministros para el invierno y medicamentos.
Los líderes chinos han dicho en repetidas ocasiones que China compartiría sus vacunas contra el coronavirus con el mundo, especialmente con los países de bajos ingresos, y los funcionarios habían prometido previamente que Afganistán estaría entre varios en la lista de acceso prioritario.
Mediante una reunión virtual con diplomáticos de cinco naciones vecinas de Afganistán, Wang Yi, ministro de Relaciones Exteriores de China, hizo público este compromiso de dotar al país de vacunas, también instó al Gobierno afgano interino a mantener sus propios compromisos para así lograr reconocimiento internacional.
El canciller chino invitó a los países vecinos de Afganistan a fortalecer la cooperación para ayudar a reconstruir a este país destruido por la guerra, asimismo, exhortó al Gobierno afgano interino a trabajar con tros países para poder combatir el terrorismo.