La fractura interna del Partido Acción Nacional se empieza a notar. Pese al gran papel que jugaron en las elecciones del pasado 6 de junio, los blanquiazules se empiezan a dividir en dos grupos, de mujeres, principalmente.
Por un lado, están quienes apoyan la recien dictada orden nacional de que, al frente del PAN, este una mujer; por el otro, quienes afirman que con esa medida se bloquea la llegada de personas que buscan ‘mejorar’ al partido.
Y es que, resulta conveniente que sea una mujer quien deba dirigir Acción Nacional en Puebla, al menos para las aspiraciones de la actual dirigente, Genoveva Huerta, quien busca repetir en el cargo.
Este domingo, líderadas, unas por la actual diputada local Mónica Rodríguez Della Vechia, y otras por la diputada federal electa Ana Teresa Aranda, las mujeres de Acción Nacional dieron muestra de que una ruptura fuerte se avecina si no logran un consenso.
Las primeras, aseguraron que la decisión del CEN es un ejemplo de inclusión a las mujeres, pese a ser abiertamente un partido conservador; asimismo, tildaron a quienes están en desacuerdo con este designio de “machismo y misoginia”.
Las segundas, aseguraron que, aunque no debiera, puede “haber algún acuerdo marrano”, pues reclamaron que dejan fuera a perfiles como Rafael Micalco Méndez, Marcos Castro Martínez y Francisco Fraile García.
Aún falta que salga la convocatoria final, pero ya se empieza a vislumbrar cómo llevarán el proceso los albiazules.