Por Rosa María Dávila Partida
Ocoyucan se ha vuelto la manzana de la discordia en Puebla y para tener un criterio informado sobre el particular, que nos permita emitir un juicio certero, nos conviene conocer los hechos comprobables de la forma en que lo han gobernado tanto Antorcha como los que impugnan los resultados electorales del pasado 6 de junio.
Antorcha llegó a Ocoyucan hace 30 años y, en los períodos que ha gobernado, ha impulsado medidas de gobierno que hoy se materializan en datos importantes que nos reflejan el nivel de bienestar en que se encuentran los 28 mil 220 habitantes. Los datos del censo de INEGI de 2020 indican que el 79.42 por ciento de las viviendas cuentan con el servicio de agua entubada; el 94.30 por ciento disponen de drenaje sanitario; y la energía eléctrica se encuentra en el 99.49 por ciento de las viviendas. En cuanto a la población en pobreza extrema, INEGI del año 2015 reportaba 8,378 habitantes, y para el 2020 se habían reducido a 4,225, reducción importante, casi a la mitad, que no se encuentra en muchos municipios poblanos.
Los servicios educativos y de salud se encuentran entre las prioridades que siempre se han atendido, pues inciden de manera directa en el desarrollo físico y espiritual de los pobladores. El ayuntamiento antorchista paga salarios de los maestros que son necesarios en las distintas comunidades y que la SEP, por una u otra razón, no incluye en sus nóminas. Así mismo sufraga los honorarios de las cocineras de los comedores estudiantiles donde se sirven los desayunos calientes. Para ampliar y asegurar el servicio médico, se pagan los honorarios de médicos y enfermeras titulados que, junto con los pasantes, atienden en las clínicas y casas de salud, y se les dotó de los medicamentos e insumos que no abastece el estado.
Durante la contingencia sanitaria por el coronavirus se realizaron pruebas rápidas para detectar la enfermedad y atenderla de manera eficiente, se proporcionaron despensas, con recursos provenientes del FORTAMUN, tanto a los infectados como a sus familiares de carecían de sustento (fueron alrededor de 7 mil despensas en todo el municipio).
Se apoyó con estudios de laboratorio a 100 personas con posible infección, con 20 tanques de oxígeno, se entregaron 5,500 kits de limpieza y desinfección, 3,500 litros de alcohol y jabón, 200 mil cubrebocas, 800 litros de gel antibacterial y 600 litros de hipoclorito. Se creó la línea COVITEL donde la población que tiene síntomas puede marcar y ser orientada por un médico, también se formó un comité para monitorear los centros de salud sobre la pandemia del COVID-19.
Lo que son capaces de hacer los impugnadores del triunfo antorchista, una vez que llegan al poder, se puede ver en la forma en que gobernó el Concejo Municipal impuesto por las autoridades morenistas, encabezado por Rodolfo Huerta Espinosa, que duró nueve meses en el cargo. El Concejo dejó una deuda de 3 millones de pesos, generada por gastos excesivos y mal planificados; en 33 expedientes de obra no coincide el monto licitado con el contratado; realizó un gasto de 982 mil pesos en elaboración de proyectos de obra pública que no tienen sustento técnico; dice que usó 3 millones 308 mil 27 pesos en bacheo, cuando esa cantidad alcanza para bachear tres veces al municipio completo, para mencionar solo los casos más escandalosos de corrupción y mal gobierno.
En materia de seguridad pública el Concejo Municipal Morenista dejó 24 patrullas inservibles, nueve que fueron pérdida total y las demás se encontraban desvalijadas, extraviadas, descompuestas y hasta quemadas. Todos podemos imaginar que tal deterioro del equipo rodante dañó severamente este servicio tan reclamado por la ciudadanía.
Aideé Mendoza León, quien fungió como presidenta del DIF municipal, quitó el programa de adultos mayores a 823 beneficiarios, es decir, al 100 por ciento del padrón. En el programa Inconut, que tenía 472 empadronados, dio de baja a 446, o sea al 94 por ciento. De 133 discapacitados le retiraron apoyo a 67. En una palabra, el Concejo Municipal morenista redujo considerablemente los apoyos que ya tenían los grupos vulnerables, destruyendo la labor del DIF anterior, que fue felicitado a nivel estatal por entregar expedientes y sumar con ello a más beneficiarios a los distintos programas de gobierno.
Lo hasta aquí reseñado nos permite concluir lo que los ocoyuquenses saben perfectamente, porque lo han vivido en carne propia: nada bueno pueden esperar de un gobierno PAN-Morena, porque nueve meses de la administración del Concejo Municipal son bastante reveladores del abismo de corrupción y robo en que sumieron al municipio. Por eso es importante la lucha en defensa del triunfo electoral del abanderado antorchista Rosendo Morales Sánchez, lucha a la que invitamos a todos los poblanos amantes del progreso y la justicia social.
