Por Andrés Bonilla
El presidente Andrés Manuel López Obrador advirtió, durante su gira de trabajo por Veracruz, que “llueve, truene o relampaguee” se regresará a clases presenciales a finales de agosto próximo, pues “ya fue bastante”, según dijo. Siguiendo con su postura, el pasado viernes 30 de julio reafirmó el regreso a clases, pero en esta ocasión añadió: “Vamos a ser respetuosos, nada se puede hacer por la fuerza. Se abren las escuelas, se regresa a clases, ¿no quieren que vayan sus hijos a las escuelas? Pues no los manden. Somos libres, pero sí tenemos que pensar en la importancia de la educación”, dijo en su conferencia matutina.
Esta postura por parte del mandatario de nuestro país es muy peligrosa, pues el que señale que así “llueve, truene o relampaguee” se regresará a clases presenciales, es como decir ‘que se mueran los que se tienen que morir’, pues tan solo el estado de Puebla se encuentra con un semáforo epidemiológico naranja y con una tendencia ascendente, con cuatro variables del Covid-19 detectadas en el estado, mismas que, según datos oficiales, han atacado principalmente a los más jóvenes.
Es evidente que el regreso a clases presenciales no es seguro para los estudiantes y es por ello que miles de jóvenes y padres de familia se han mostrado inconformes con estas propuestas de la Secretaría de Educación y el Gobierno Federal. Un sondeo realizado por el portal de noticias contigopuebla.mx expone que 9 de cada 10 poblanos está en desacuerdo con el regreso a clases presenciales, pues los poblanos consideraron que es un error el retorno a las aulas ya que este grupo de la población se encuentra aún más vulnerable de contraer el virus, pues no cuentan con una vacuna o método para no contagiarse.
A pesar de esto, AMLO también declaró que es cierto que las escuelas no están en perfectas condiciones pues llevan mucho tiempo cerradas e hizo un llamado a padres y madres de familia, así como autoridades del estado y docentes, a ayudar ‘a limpiar las escuelas’ que se encuentran en mal estado por el confinamiento decretado a causa del Covid-19.
Pero el problema de las malas condiciones que existen en las escuelas no se termina con una simple limpieza que puedan realizar los alumnos, padres y madres de familia, pues tan solo datos que expuso la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios Rafael Ramíres (FNERRR) en días pasados, dicen que, cuatro de cada 10 escuelas no tienen agua potable; solo dos de cada 10 cuentan con aulas amplias que permitan guardar la distancia entre alumnos y tres de cada 10 escuelas no tienen drenaje.
Si tan solo 4 de cada 10 no cuentan agua potable, cómo se pretende hacer que los estudiantes se están lavando las manos constantemente como lo pide la secretaría de salud, por ejemplo. Esto evidencia que una vez más se equivoca el presidente de la república, porque el asunto no solo se queda ahí, aquí en Puebla, si damos un recorrido por la sierra norte o la mixteca baja, nos daremos cuenta que hay muchas instituciones que no cuentan con las mínimas condiciones para que cada alumno pueda tan solo tomar en cuenta todas las recomendaciones para que no se han contagiado por la Covid-19.
Es por ello que la FNERRR ha decidido tomar una nueva acción que es el clausurar todas las escuelas afiliadas de manera simbólica para que las autoridades vean los verdaderos problemas de regresar a clases presenciales con estas míseras condiciones. Tan solo en el estado de Puebla se clausuraron 130 centros que están afiliados a la federación y que están ubicados en todos los municipios del estado.
Todo lo anterior reafirma que la FNERRR tiene razón al hacerle el llamado a la SEP y al Gobierno Federal a que no se tomen decisiones solo para tapar algo y descobijar otra cosa. Los estudiantes adheridos a esta organización estudiantil han advertido a toda la población de lo que puede suceder y es importante que se tome en cuenta las miles de voces estudiantiles.