Del Auditorio Municipal “Clara Córdova Morán” emanan notas y colores. Gentes de todos los rincones andan a pasos grandes; se escucha el aleteo de las faldas y el paso firme de huaraches y botines.
Son los días de competencias en la XXI Espartaqueada Cultural Nacional, organizada por el Movimiento Antorchista en “La Atenas de la Mixteca”, Tecomatlán, Puebla. Cientos de cantantes, de edades muy diversas, se enfrentaron hoy en una competencia amistosa para ver qué voz era la más bella, la más sonora, la más afinada. Y entre todos, tres cantantes del ejido de Sapioriz, en el municipio de Lerdo, Durango, robaron el foco.
Ellos interpretaron un canto cardenche titulado «A morir en el desierto». El canto cardenche es un género musical tradicional del norte de México, especialmente de Durango, que se interpreta a capela con tres voces: una principal, una armonía y una voz grave. Es un canto profundo y melancólico que expresa emociones como el dolor, el amor y la nostalgia, similar al blues. Su nombre proviene del cardo, una planta espinosa del desierto, y se dice que «duele como sus espinas». Tiene raíces en las haciendas algodoneras de la región de La Laguna, donde los trabajadores lo usaban como forma de desahogo tras las duras jornadas laborales. Actualmente, el canto cardenche está en riesgo de desaparecer, ya que son muy pocos los grupos o personas que lo interpretan y no existen espacios formales para su enseñanza.
Continúan luchando por conservarlo y transmitirlo a nuevas generaciones, reconociéndolo como una expresión invaluable del patrimonio musical mexicano.

¿Qué diferencia al cardenche de otros géneros de la música tradicional mexicana?
El cardenche es una música muy antigua, de antes de que existieran los instrumentos. Por eso se acompaña solo con tres voces; es una armonía vocal profunda. Es un canto hondo, como el de los negros del blues. Se parece mucho a esos cantos antiguos. Lamentablemente, ya hay muy pocos que lo interpretan.
¿Qué sienten al interpretar este tipo de canto tan profundo y emotivo?
Para nosotros es un gran orgullo. Lo traemos desde niños. Lo aprendimos de nuestros abuelos, de nuestros padres, y les prometimos que lo íbamos a seguir. Gracias a Dios, ya hemos andado por muchas partes con este canto. Sentimos mucho orgullo y procuramos que no se pierda. Gracias a ustedes que nos han apoyado, porque los que vinieron antes que nosotros no tuvieron los medios, aunque cantaban más bonito, no llegaron tan lejos.
¿Quién les enseñó esta tradición musical?
Aprendimos el canto cardenche desde muy pequeños, de nuestros abuelos. Siempre nos interesó mucho, pero no habíamos tenido oportunidad de interpretarlo porque ya había otro grupo, compañeros de él —que ya fallecieron. Entonces nosotros nos integramos con él para seguir esta tradición del ejido de Sapioriz, municipio de Lerdo. Para nosotros es un orgullo continuarla y ahora que nos hicieron el favor de premiarnos la vamos a llevar muy en alto.
¿Qué esperan compartir con el público y los demás participantes de esta competencia?
Queremos compartirlo con nuestras familias, para que nuestros hijos sigan la tradición y no se pierda el canto cardenche. Nos sentimos muy orgullosos y gracias a ustedes podemos expresar lo que significa este canto para nosotros.
El antorchismo reconoció en estos artistas la resistencia de mantener vivo el canto cardenche, pese a la campaña de desculturización impuesta por el actual sistema económico, que busca enajenar y dividir a las grandes mayorías. “Las Espartaqueadas son el único esfuerzo nacional para defender la cultura mexicana; son el único, y además un esfuerzo gigantesco, porque aquí hay muchos compañeros que, literalmente, están entregando su vida para poder atenderlos y para sacar adelante este evento”, destacó un vocero.
Agregó: “Si los cantantes de las ciudades están sin apoyo, sin asesoría y sin impulso, ya se podrán imaginar cómo están los que interpretan música cardenche. Este canto en nuestro país se está muriendo y ellos lo están conservando vivo. Nosotros no podemos hacer como que no los vimos. Por eso les damos una mención honorífica. Los felicitamos y los vamos a invitar todas las veces que se pueda”.