Por Silvanna Mortera
Después de dos años de desinterés hacia la política exterior, el ejecutivo nacional mexicano, Andrés Manuel López Obrador, apostó por apoderarse del liderazgo regional de América Latina mientras da la espalda a la Organización de Estados Americanos (OEA).
Tras la crisis provocada por las protestas en Cuba, ha dado pie a la crítica en contra de la Administración del presidente Joe Biden por el embargo comercial, cosa que evitó durante la presidencia de Donald Trump.
El repentino interés por la política exterior tuvo lugar la semana pasada durante la reunión de cancilleres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), cuya presidencia temporal ostenta México, donde emitió un contundente discurso a favor de la unidad de América Latina y propuso relegar la OEA. “El papel que hemos desempeñado ya se puede ver como un liderazgo de México en América Latina”, aseguró Efraín Guadarrama, director general de Organismos y Mecanismos Regionales Americanos de la Cancillería mexicana.
El discurso de López Obrador sorprendió a propios y extraños porque en sus dos años y medio de mandato había relegado de su agenda la política exterior y solo salió del país en 2020 para reunirse con Trump, con quien tejió cierta afinidad personal. “Es importante porque por primera vez se ve una diplomacia presidencial proactiva”, subrayó la internacionalista del Colegio de México Guadalupe González.
La analista opinó que López Obrador apuesta ahora por la política exterior ante una segunda parte de su mandato que se prevé “muy emproblemada” a nivel interno.
Ahora bien, López Obrador no dejó a un lado el pragmatismo con el que ha manejado la relación con su vecino del norte. Con una mano arremete contra el embargo de Cuba y con la otra alaba la cooperación comercial en Norteamérica. “Es interesante porque dijo que México está alineado con Estados Unidos contra China en esta nueva guerra fría comercial. Le manda un mensaje de ‘estoy contigo’. Es un discurso de equilibrios”, señaló González.
Según los informes, detrás del fortalecimiento de la Celac hay una nada sutil voluntad de erosionar la OEA de Almagro, con quien México ha tenido varios encontronazos desde que aceptó el asilo de Evo Morales en 2019.
El mismo López Obrador propuso “construir algo semejante a la Unión Europea” y planteó la “sustitución de la OEA por un organismo verdaderamente autónomo”.
Por otra parte, la prueba de fuego tendrá lugar en septiembre en México con una reunión presencial de jefes de Estado de la Celac. Será el momento de comprobar si la propuesta de López Obrador levanta pasiones o queda en el recuerdo.