Ciudad Juárez, Chihuahua (EFE).- Tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, la frontera norte de México se prepara para una transformación con la esperada llegada de miles de migrantes que buscarán establecerse en la zona, porque no pueden volver a sus lugares de origen debido a la violencia, o para quedarse cerca de sus familiares a quienes trataban de unirse en Estados Unidos.
Ante el endurecimiento de las políticas migratorias de Trump, con deportaciones masivas y mayores restricciones de entrada en EE.UU., muchos migrantes han optado por establecerse en esta ciudad del norte de México, fronteriza con el estado de Texas.
Ocupación de los albergues en Ciudad Juárez
El pastor Francisco González, representante de la red de albergues ‘Somos Uno por Juárez’, apuntó que la ocupación de los refugios en Ciudad Juárez actualmente, con la Administración Trump, oscila ahora entre el 40 % y el 45 %, con un total de 469 migrantes repartidos en los 12 albergues de la organización.
“Esas personas realmente han decidido quedarse. Siguen con la esperanza de que esto va a mejorar en estos días o meses y que las restricciones se flexibilicen”, explicó.
Las organizaciones humanitarias prevén que la permanencia de migrantes en la frontera se prolongue debido a múltiples factores, entre ellos la presencia de familiares en territorio estadounidense y la violencia en sus lugares de origen.
El despliegue militar en la frontera sur de Estados Unidos también genera preocupación entre activistas y defensores de derechos humanos.
Mientras las políticas migratorias se endurecen, Ciudad Juárez se consolida como un punto clave para los migrantes que buscan nuevas oportunidades y estabilidad en México, en medio de una nueva crisis humanitaria.