Una organización que nació con un propósito de lucha y bienestar ha torcido su camino, convirtiéndose en una organización golpeadora y lucrativa. Cada poco vemos agresiones por parte de la Unión Popular de Vendedores Ambulantes (UPVA) 28 de Octubre, liderada por Rubén Sarabia Sánchez “Simitrio”, contra policías, comerciantes y transportistas.
No es suficiente la inseguridad que vivimos en Puebla con el crimen organizado, a este se suman actos violentos, amenazas y chantajes de una organización que nació en 1973 para pelear, precisamente contra estos abusos por parte de la autoridad.
A penas hace un año celebraban su 51 aniversario, mismo que estuvo manchado por una discusión entre sus líderes durante su evento, lo que revela una ruptura en sus filas. Y es que están más preocupados por su tajada política y sus intereses que por combatir la delincuencia y venta de drogas que se mueve en los mercados donde se encuentran.
Apenas ayer vimos el caso de un hombre que fue brutalmente golpeado por 40 porros señalados como miembros de la UPVA, mientras se encontraba en el derrotero de la Ruta 100 en la que trabaja, hoy se debate entre la vida y la muerte. Pero a penas el 21 de enero los mismos integrantes de la 28 de Octubre golpearon a taxistas en inmediaciones del Bulevar Norte cerca de la CAPU por apostarse en “su espacio”.
Antes de eso comerciantes del Paseo Bravo denunciaron que los estaban obligando a unirse a su organización, colocando por la fuerza su logotipo o siendo expulsados de la zona. También comerciantes del Mercado Zapata los acusaron de intentar apoderarse de él. No conformes con esto han golpeado policías, a funcionarios públicos e intimidado a periodistas (bien lo recordamos en este medio).
Si la lucha es genuina, tal vez deban replantearse mucho de lo que hacen, de lo contrario solo serán repudiados por el mismo pueblo que los vio como una luz en el pasado.