Pese a que no se trata de armas nucleares, los sistemas pesados de lanzamisiles incendiarios son quizá los más temidos por los enemigos.
Prácticamente cada día nos llegan de la zona de la operación militar especial de Rusia noticias sobre las posiciones y búnkeres de las fuerzas ucranianas incineradas por lanzamisiles termobáricos rusos TOS-1 Buratino, TOS-1A Solntsepiok y TOS-2 Tósochka.
Pese a que no se trata de armas nucleares, los sistemas pesados de lanzamisiles incendiarios son quizá los más temidos por los enemigos. La razón de ello es simple: sus misiles inutilizan cualquier opción de salvarse de los enemigos que se encuentran en la zona de impacto.
Así, una salva de Solntsepiok quema todo lo que puede arder en miles de metros cuadrados y los comandos de asalto rusos no encuentran resistencia durante su avance, reza un comentario del consorcio ruso de producción de armas Rostec.
Los sistemas pesados de lanzamisiles incendiarios disparan municiones termobáricas cargadas con líquido inflamable.
Estas municiones fueron concebidas para destruir posiciones enemigas fortificadas y su capacidad destructiva es superada solamente por las armas nucleares tácticas.