La Comisión Electoral Central (CEC) de Georgia, el partido Sueño Georgiano ganó las elecciones parlamentarias con el 53.91%, mientras cuatro partidos opositores, el Movimiento Nacional Unido, la Coalición por el Cambio, Gajaria para Georgia y Georgia Fuerte, obtuvieron conjuntamente el 37.78% en total.
El coordinador especial de la misión a corto plazo de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Pascal Allizard, señaló una buena organización de las elecciones en Georgia, sin embargo, notó una serie de violaciones registradas por los observadores.
Por otra parte, la presidenta del país, Salomé Zurabishvili, se negó a reconocer los resultados, calificándolos de “una falsificación total” e instó al pueblo georgiano a salir a protestar.
El presidente del Parlamento, Shalva Papuashvili acusó a la presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, y la oposición georgiana, de preparar un golpe de Estado en el país, y con ese fin declararon ilegítimos los resultados de las elecciones parlamentarias, indicó
“Este guion fue preparado de antemano: declarar ilegítimos los resultados, formar un Gobierno técnico (…), todo esto va incluido en el guion de un golpe de Estado al que se dirigen y, por lo tanto, van en contra del orden constitucional”, indicó Papuashvili y agregó que Georgia no permitirá estas acciones.