Una de las bebidas alcohólicas más consumidas en México y en mundo es sin lugar a dudas la cerveza. Esta bebida se ha vuelto muy popular y es posible encontrar una amplia gama de marcas nacionales e internacionales, sin embargo, algunos expertos de la salud indican que no es apta para todas las edades.
Otras bebidas populares son el ron, el brandy, el vodka y otros más. Ahora están de moda los destilados de agave, el tequila y el mezcal.
Sobresale la cerveza por ser una bebida alcohólica de gran importancia gastronómica, apreciada no solo por su sabor, sino también por su versatilidad en la cocina. Se utiliza como ingrediente en diversas recetas, desde salsas hasta guisos, aportando un toque especial a los platillos.
Además, su capacidad para maridar con diferentes alimentos la convierte en una opción popular en comidas y celebraciones. Los países más reconocidos por la producción de cerveza incluyen Alemania, famosa por su variedad de estilos como las lagers y weissbiers y Bélgica, conocida por sus cervezas artesanales y de alta fermentación.
México también ha ganado reconocimiento en la industria cervecera, destacándose por su producción de cervezas claras y oscuras que han conquistado mercados internacionales.
La cerveza no solo es un símbolo de socialización y cultura, sino que también ha encontrado su lugar en la alta gastronomía, donde chefs la utilizan para realzar sabores y crear experiencias culinarias únicas. Su rica historia y diversidad de estilos la convierten en una bebida esencial en la gastronomía mundial.
El consumo ocasional de cerveza, vino o licores es parte de la rutina social de muchas personas. Sin embargo, los expertos advirtieron que el consumo frecuente de alcohol puede tener efectos graves en la salud cerebral, tanto a corto como a largo plazo.
En su libro Complete Guide to Memory: The Science of Strengthening Your Mind, (Guía Completa de la Memoria: La Ciencia de Fortalecer la Mente, en español), el Neurólogo Richard Restak analizó los riesgos y propuso una edad en la que sería prudente dejar de beber alcohol.
En países como España, el alcohol está profundamente arraigado en la cultura social, siendo habitual en reuniones y encuentros. No obstante, el consumo continuado de alcohol puede generar graves consecuencias para el cerebro, como la pérdida de memoria, el deterioro cognitivo e incluso la demencia.
El Neurólogo sostuvo que es crucial dejar de consumir alcohol antes de los 70 años, ya que a partir de los 65, el cerebro comienza a perder neuronas de manera acelerada, lo que hace vital preservar las que quedan.
En una etapa de la vida en la que es fundamental proteger nuestras neuronas, eliminar el alcohol es clave, aseguró Restak. Además, los efectos del alcohol no se limitan solo a la memoria pues el juicio, la capacidad de aprendizaje y el control emocional también pueden verse perjudicados con el tiempo, aumentando los riesgos para la salud mental de las personas mayores.
El Doctor Restak instó a las personas mayores de 65 años que aún consumen alcohol a reconsiderar este hábito; para ellos los riesgos a largo plazo, especialmente en términos de memoria y deterioro cognitivo, son significativos.
El consumo regular de alcohol en esta etapa puede tener un impacto mucho más serio de lo que parece, afectando la calidad de vida y la capacidad mental de los adultos mayores.
Por tanto, reducir o eliminar el alcohol en edades avanzadas no solo podría proteger la función cerebral, sino también prevenir otros problemas de salud asociados con el consumo continuado de bebidas alcohólicas.