El expresidente Evo Morales estaría resguardado en el trópico de Cochabamba, la región donde más seguidores tiene. El Gobierno nacional aún no confirmó si ya existe la orden de aprehensión en su contra, aunque ya hay un detenido en la misma causa por estupro.
Finalmente, el expresidente Evo Morales (2006-2019) decidió no asistir a declarar a la ciudad de Tarija por el caso de estupro que lo tiene como principal acusado. Sostuvo que lo convencieron sus seguidores de organizaciones campesinas, según los cuales quedaría detenido para que luego le sumen otras causas por acontecimientos ocurridos en los últimos años.
Hasta donde se sabe, Morales se encuentra en el Trópico de Cochabamba, la región de Bolivia en donde cuenta con mayor apoyo político. Si la Policía ejecuta una orden de aprehensión como la que presuntamente se emitió en su contra, implicaría inevitablemente un enfrentamiento.
Morales aseguró que se trata de otro caso de lawfare, mencionando el caso de exmandatarios de la región (Rafael Correa, Cristina Kirchner y Luiz Inacio Lula Da Silva, entre otros). Legisladores y funcionarios del Gobierno nacional, en cambio, le recomendaron presentarse ante la Justicia para aclarar el caso y seguir con su carrera política.
Se le acusa de haber mantenido una relación con una adolescente de 15 años desde 2015, con quien habría tenido una hija, según los elementos de los que dispone la Fiscalía. Para bajar el tono al escándalo, el presidente, Luis Arce, solicitó que la investigación se mantenga reservada.
Para Morales y sus seguidores, la denuncia es “un invento” para dejarlo afuera de la carrera presidencial hacia 2025. La resolución de este conflicto es hoy impredecible.
El Gobierno nacional no hizo pública la orden de aprehensión contra Morales, ni contra el padre y la madre de la joven en cuestión, también citados porque habrían facilitado los encuentros de su hija con el entonces presidente.
De todos modos, el padre fue detenido la mañana de este 11 de octubre en la ciudad de Yacuiba, departamento de Tarija (sur), en la frontera con Argentina.
Pero Morales, se trata de un caso especial. “Ejecutar una orden de aprehensión en el Chapare (en el trópico de Cochabamba, en el centro del país) va a significar un desenlace de violencia física. Creo que eso es categórico. No se trata de una orden de aprehensión normal, como han aprehendido al padre de la menor en su momento que está involucrada”, informó el analista político Carlos Saavedra.
Y especificó que “la ejecución de una orden de aprehensión en el Chapare va a significar un enfrentamiento de las fuerzas del orden con otras fuerzas que están resguardando ahorita a Evo Morales. No va a ser fácil. Evo, de manera estratégica, ha buscado el lugar geopolítico donde tiene fuerzas sindicales, que posiblemente tengan otras formas de defenderse”.
El trópico de Cochabamba tiene una amplia tradición de lucha y resistencia a las fuerzas estatales e incluso estadounidenses. En la década de los 80, cuando los gobiernos de turno obedecían el mandato de Estados Unidos de erradicar los arbustos de hoja de coca como parte de una política cero en la región, los campesinos aprendieron a defenderse incluso por las armas ante las incursiones de militares nacionales y extranjeros.
En Bolivia, el consumo tradicional de hojas de coca, llamado pijcheo, está normalizado y legalizado por la Constitución, que tolera hasta el cultivo de 30 mil hectáreas anuales, gran parte de las cuales están en el Chapare.
Esta región fue la escuela política de Morales, donde se inició como dirigente y en la que más fuerte es su apoyo.
“No estás hablando de que vas a aprehender a una persona que está desprotegida en su casa, sino que tiene fuerzas sindicales, posiblemente militarizadas, defendiéndolo”, comentó Saavedra.
Omar Ramírez, exsecretario de Relaciones Internacionales de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), comentó que tras la eventual detención de Morales se le sumarían otras causas de narcotráfico a pedido del Gobierno estadounidense.
Sobre la causa por la cual lo juzgan a Morales, consideró que “el estupro ni siquiera se ha demostrado. Los certificados son falsos, es un caso totalmente armado”.
Ramírez aseguró que “las organizaciones sociales no van a permitir que Evo sea aprehendido ni trasladado del trópico de Cochabamba. Los hermanos cerraron filas y estamos atentos y vigilantes ante cualquier llegada de uniformados como policías y Fuerzas Armadas”.
Sostuvo que allí “están muy preparados y organizados para no dejar salir a nadie. En cuanto intenten aprender al hermano Evo Morales se va a activar un bloqueo nacional de caminos”.
Para Saavedra, el exmandatario enfrenta una situación política y jurídica compleja, esto debido a que el caso lo inhabilita moralmente para continuar con su vida política. “Si me permites la figura metafórica, creo que Evo está en jaque mate”, afirmó.
Y reflexionó que la posible detención de Morales “genera un cambio en todo el escenario político nacional”.
“Al tratarse de una figura política en conflicto con el Gobierno actual, evidentemente siempre va a estar en duda cuál es el trasfondo real”, explicó Saavedra.
Pero pudo distinguir que ante la denuncia, “Morales declaró que se trataba de una persecución política porque él tiene proyección electoral hacia 2025”.
En este contexto, “él debería ser el principal interesado en despejar esa duda, porque eso le daría viabilidad política y tranquilidad jurídica. Pero hasta el momento, ha sido muy errático en su accionar comunicacional. No cerró el tema, menos aún en su accionar jurídico-político. Él podría haberlo cerrado y no lo hizo”, concluyó el analista.