Por Josué Damián y Diana Segovia
El Bachillerato General Oficial Izcóatl, de San Juan Tlautla, junta auxiliar de San Pedro Cholula, tiene 50 estudiantes y desde 2016 ha buscado acrecentar la matrícula con el objetivo de ofrecer a los jóvenes la posibilidad de adquirir los conocimientos básicos para enfrentar la vida universitaria.
La escuela, impulsada por el Movimiento Antorchista, ha implementado talleres culturales que permitan que los estudiantes tengan la oportunidad de experimentar con las bellas artes, siendo la ceremonia de clausura anual el escenario perfecto en donde los padres de familia son testigos de la labor transformadora que efectúa la música popular mexicana, la danza y el baile folclórico, así como el teatro y la poesía.
Pero desde hace más de dos años, un grupo de alumnos y maestros entregaron un pliego petitorio para solicitar a las autoridades de San Andrés Cholula que resuelvan las necesidades de infraestructura y de servicios básicos: el asunto más grave consiste en que la Secretaría de Educación Pública (SEP) le asignó al bachillerato un acceso que se encuentra obstruido por el preescolar Fray Servando Mier… pero su directora impide que los jóvenes puedan pasar por ahí, sometiendolos a una serie de peligros porque diariamente transitan por un camino provisional que no está pavimentado y en donde hay drogadictos o delincuentes.
Salvador Aparicio, vecino de San Mateo Cuanala, ocupa alrededor de una hora para trasladarse de su casa al Bachillerato General Oficial Izcóatl y, desde su sentir, denuncia las malas condiciones del camino por el cual debe cruzar para llegar a la institución.
“Hemos tenido encontronazos con drogadictos que se han adueñado de una casa que está abandonada (esta casa está sobre el camino improvisado por el que tenemos que pasar todos los días) estos drogadictos nos han corrido cuando nos hemos resguardado de la lluvia. Cuando pasamos por dicho lugar, nos llaman de maneras ofensivas”.
Por eso, “exijo a la directora del preescolar Fray Servando de Mier y a la SEP que arreglen urgentemente el problema de la entrada de nuestra institución, porque las malas condiciones del camino pone en riesgo la integridad de todos los alumnos, en especial de mis compañeras, que han sufrido ofensas y acoso por parte de dichos sujetos”, dice el joven.
Guadalupe Castillo, quien reside en San Juan Tlautla, se hace diariamente de 30 a 50 minutos de su casa a la escuela debido a las malas condiciones de la calle provisional por la cual accede a su institución educativa, ella asegura que pese a ser esta la principal problemática, no es la única.
Las necesidades de los alumnos del Bachillerato General Oficial Izcóatl
“Desde hace dos años hemos solicitado a las autoridades la construcción de un domo que nos permita realizar nuestras actividades cívicas y culturales sin tener que preocuparnos por las afecciones de los rayos ultravioleta a largo plazo”.
Y es que, para no interrumpir el horario donde los alumnos deben adquirir los conocimientos de la ciencia y la naturaleza, los talleres culturales se llevan a cabo por las tardes. Para protegerse de las enfermedades cancerígenas provocadas por el sol, a falta de un domo, los muchachos han optado por protegerse cubriéndose con una carga excesiva de telas amplias; sin embargo, la insolación y la deshidratación no puede prevenirse con este método.
Del mismo modo, Isabel Hernández, proveniente de la comunidad de San Mateo Cuanala, expone su inconformidad ante la falta de las autoridades por solucionar los problemas de la institución, pues asegura que han emprendido una “exigencia importante para que se introduzca el drenaje sanitario, que no sólo es un problema de la escuela, sino que la misma gente de la junta azuliliar, también padece”.
Ulises Zavala, igualmente de San Mateo, exige a la Secretaría de Educación Pública (SEP) y al municipio que atiendan la falta de agua del bachillerato, pues asegura que es otro servicio básico importantísimo para el buen funcionamiento del bachillerato. Durante el año, el comité de padres de familia realiza una recaudación de fondos que ha tenido que ocuparse para la compra de pipas, lo que ha provocado la desatención de otras necesidades de mobiliario en la institución.
“Llevamos más de dos años exigiendo la construcción de un pozo que nos permita acceder a los servicios de agua potable, porque debido a la falta de este hemos dejado de atender otras necesidades de la escuela para poder pagar pipas de agua”.
Ulises asegura que sólo con la resolución de los problemas se “podrá asegurar la prevalencia de nuestra escuela y el crecimiento de la matrícula escolar; los estudiantes del Bachillerato General Oficial Itzcóatl queremos que nuestra institución mejore para que más chavos se interesen y se eduquen en esta”.
Finalmente, Maybelline Topo, quien vive en la zona de San Juan Tlautla, se suma a la demanda colectiva y hace un recuento de todas las carencias que padece su institución:
“En primer lugar, exigimos que se atienda el problema de la calle provisional, que es camino que todos tomamos para llegar a la escuela, necesitamos que se abra nuestro acceso oficial o que pavimenten la calle. En segundo lugar, pedimos atentamente a los camiones de basura municipales que recojan los desechos de nuestra institución. En tercer lugar, pedimos que se construyan el domo para nuestros eventos cívicos y culturales. Cuarto y último lugar, solicitamos a las autoridades municipales que envíen una unidad de Seguridad Pública, para cuidarnos a la hora de entrada y de salida”.
Aunque los jóvenes señalan estos cuatro puntos como esenciales, lo cierto es que lo ideal sería que el Bachillerato General Oficial Izcóatl contara con los espacios, servicios y el mobiliario suficiente y necesario para el mejoramiento de la experiencia educativa, pues así como este, cientos de escuelas se han visto afectadas por la política de austeridad de la 4T que ha provocado que en todo Cholula la educación no esté a la altura de las exigencias de la realidad.
