Durante una entrevista con el periódico Rossíiskaya Gazeta, el alto funcionario, que se ocupa de cuestiones de política marítima, comentó la nueva estrategia de la seguridad marítima de Ucrania, adoptada recientemente por el líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski. Entre otras disposiciones, el documento que detalla los planes en este ámbito menciona la regulación de la presencia de las fuerzas de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) en el mar Negro y la realización de ejercicios militares conjuntos en el mar Negro y el de Azov.
Pátrushev destacó que las disposiciones de la estrategia mencionada “no corresponden a la realidad actual”, haciendo hincapié en que, “en la actualidad, el mar de Azov es un mar interior de la Federación de Rusia; es decir, Ucrania ha perdido “de facto” y jurídicamente el acceso” a sus aguas.
“Al mismo tiempo, se frustraron los planes de la OTAN de establecer una base militar naval en el mar de Azov y llevar a cabo aventuras militares utilizando una flota. En un esfuerzo por asegurar la presencia de sus buques en los puertos del mar de Azov, la OTAN trató de compensar el fracaso de los planes de hace una década, que preveían crear una base militar naval en Sebastopol y convertir la península de Crimea en un lugar de despliegue permanente de tropas estadounidenses y aliadas a Washington”, reiteró.
A mediados de julio, la OTAN señaló que pretende reforzar su presencia en los Balcanes, el mar Negro y las regiones meridionales para contrarrestar las supuestas amenazas a sus “intereses, seguridad y valores”. La Alianza Atlántica está interesada en reforzar sus actividades en la región del mar Negro, “prestando especial atención a las amenazas para la seguridad (de la alianza) y a las posibles oportunidades de estrechar la cooperación con socios de la región”, indicó. “La OTAN apoya las aspiraciones euroatlánticas de los países interesados de esta región”, afirmó.