Unas horas antes del mitin en el que Trump fue atacado, se había reportado que los legisladores demócratas se habían reunido con el presidente Joe Biden para discutir el futuro de su candidatura y habían abandonado el encuentro frustrados por la negativa de Biden de siquiera reconocer que estaba muy por detrás de Trump en las encuestas.
Los demócratas estaban teniendo un día político muy malo y luego el atentado contra Donal Trump acaparó todas los medios de información masiva. Por lo pronto, parece que la intentona de sustituir a Biden está “congelada”, admitió a NBC News un veterano estratega demócrata involucrado en múltiples campañas presidenciales. “Si eres partidario de decirle (a Biden) que tiene que irse, es realmente difícil tener ese debate en público ahora. Este evento bloquea el sol”, añadió, en referencia a la gravedad institucional y el impacto político del atentado contra Trump.
“Es probable que el esfuerzo por desalojar a Biden (de la Casa Blanca) haya terminado. No se hará a un lado voluntariamente en este momento”, dijo otro miembro del equipo del presidente, quien añadió que el mandatario, de 81 años, dio señales claras de que va a luchar por mantenerse como el abanderado demócrata.
Otro hombre cercano a Biden le dijo a la NBC que “daría una mala imagen” al Partido Demócrata que un miembro del oficialismo pidiera que el presidente en ejercicio dimitiera en el medio de una crisis.
La campaña de Biden también dijo a su personal, que “se abstengan de emitir comentarios en las redes sociales o en público” y “pausen cualquier comunicación proactiva de la campaña en todas las plataformas y en todas las circunstancias hasta que sepamos más”.
“Creo que se acabó. Simplemente, perdió todo el impulso”, dijo a “NBC News” un funcionario cercano al presidente Joe Biden, argumentando que el fallido magnicidio contra el candidato republicano ocurrido el 13 de julio hará imposible que la conversación política vuelva a centrarse en el declive mental del mandatario durante los próximos días.