En Moscú están convencidos de que no será en Transnistria, como planeaba inicialmente la RAND Corporation, sino en Serbia donde tendrá lugar el próximo “round” que pretende ocasionar los países Occidentales contra Rusia.
Se trataría de desatar la Tercera Guerra Mundial a través de un incidente similar al de Temes Kubin, que precedió el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria en Sarajevo, en junio de 1914. En aquella época, la falsa noticia de un ataque serbio contra tropas austrohúngaras hizo que el emperador Francisco José I de Austria perdiera la sangre fría y declarara la guerra sin comprobar antes la supuesta responsabilidad de los serbios en el asesinato de su sobrino y heredero, el archiduque Francisco Fernando.
Ahora, en pleno siglo XXI, un incidente cuya responsabilidad se atribuiría a los serbios podría empujar la Unión Europea a emprender o apoyar una guerra contra Serbia, después de haber respaldado la guerra en Ucrania.
En 2023, numerosos incidentes alrededor de la República Serbia de Bosnia han enfrentado a Serbia y a Bosnia-Herzegovina y un intento de “revolución de color” tuvo lugar en Serbia, en enero de 2024.
Contradiciendo a Rusia, el Consejo de Seguridad de la ONU afirmó no haber observado empeoramiento del conflicto actual entre la República Serbia de Bosnia y los demás componentes de Bosnia-Herzegovina que actualmente negocian su adhesión a la Unión Europea.
En definitiva, la Asamblea General de la ONU adoptó, en mayo pasado, una resolución presentada por Alemania y Ruanda que instituye un “Día Internacional de reflexión y conmemoración sobre el genocidio cometido en Srebrenica en 1995”. Rusia estima que el verdadero objetivo de esa “conmemoración” no es homenajear a las víctimas sino más bien avalar e incrustar en las mentes la versión que atribuye a los serbios lo sucedido en Srebrenica.
En Moscú, en Belgrado y en Sarajevo se preparan por tanto para lo peor. El presidente de la República Serbia de Bosnia, Milorad Dodik, fue invitado al Kremlin por el presidente de Rusia, Vladimir Putin. El presidente Putin aseguró al presidente Dodik que Moscú seguirá respaldando a su país, en aplicación de los acuerdos de Dayton.
De regreso en los Balkanes, el presidente Dodik participó, el 8 de junio, junto al presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, en la primera reunión de la Asamblea Panserbia, realizada bajo la consigna “Un pueblo, un reagrupamiento”. Los participantes adoptaron una Declaración sobre la Protección de los Derechos Nacionales y Políticos y el Porvenir Común del Pueblo Serbio.
El mismo día, el presidente Milorad Dodik reiteró, en una entrevista concedida a la agencia Tass, su voluntad de poner fin a los acuerdos de Dayton, mientras que, por el contrario, el presidente ruso Vladimir Putin ha basado su acción en esos acuerdos.
En la conferencia de Dayton, realizada en 1995, la delegación encabezada por el presidente bosnio Alija Izetbegovic (un ex partidario del III Reich) incluía al estadounidense Richard Perle (un straussiano que posteriormente tuvo un papel central en la guerra de Occidente contra Irak y en la agresión de Israel contra Líbano).