Por Silvanna Mortera
En su mañanera de este jueves, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que en el regreso a clases presenciales, no habrá inconvenientes con respecto a contagios de COVID-19 que puedan poner en riesgo a alumnos, maestros, personal educativo y familias de los mismos, pues la pandemia «afecta más a personas mayores».
Según datos oficiales proporcionados por Statista Research Departament el 2 de julio del año en curso, México superó los dos millones de casos de COVID-19 a inicios de 2021. Cerca de la mitad de las personas infectadas por el virus entre febrero de 2020 y febrero de 2021, fueron mujeres, mientras que poco más de la mitad fueron hombres. A finales de febrero de 2021, el rango de edad con la mayor cantidad de personas que dieron positivo a COVID-19 fue la categoría de ciudadanos entre 30 y 44 años de edad y de entre 15 y 19 años de edad.
En primer lugar respecto a contagios, se encuentran las personas de 30 a 44 años de edad, en segundo lugar, de 45 a 59 y, en tercer lugar de 15 a 29 años de edad. Esto refleja, que en efecto, aunque el índice de contagios prevalece en primera estancia en las personas de la tercera edad, los alumnos, no se salvan de ser atacados por el virus.
Es lógico, que al regresar los estudiantes a clases presenciales, sin ser vacunados, no solo se infectarán ellos, si no que contagiarán a todo aquel que mantenga contacto con ellos, es decir, sus familias, sus vecinos, etc. Como consecuencia a un regreso a clases presencial no seguro, se podría producir la tercera ola de contagios en el país, lo que por ende sumergiría nuevamente a los distintos sectores que impulsan al país, en un paro que se convertirá, como siempre, en un rezago educativo, económico y/o de salud.