Puebla, Puebla. La noche de 17 de mayo, un comando de cuatro sicarios al servicio de lo más podrido de la política de Hidalgo, realizó varios disparos contra las oficinas del Movimiento Antorchista en Hidalgo y en la casa particular de la dirigente estatal Orona Urías, en la colonia popular Luz del Carmen Ocón, en la ciudad de Pachuca.
“Los antorchistas de Puebla pedimos un alto inmediato a las agresiones contra la gente humilde. Los antorchistas de Hidalgo desde septiembre de 2022, hace casi dos años, han buscado al gobernador para que le puedan plantear, una a una, sus modestas demandas que son escuelas en colonias y comunidades pobres, hospitales y clínicas para que la gente se cure de las enfermedades y tenga doctores y medicinas, redes de agua potable, energía eléctrica y drenaje, así como pavimentaciones y algunas otras necesidades que cualquier persona debería tener resueltas para aminorar la pobreza en la que vive. No se trata, desde luego, de lujos”, dijo Juan Manuel Celis Aguirre, líder de Antorcha en Puebla.
“El gobernador Julio Mencaha no ha querido atender a la organización antorchista. Debido a esa política de oídos sordos, el antorchismo hidalguense inició de nueva cuenta sus jornadas de lucha”.
El 17 de abril, realizó manifestaciones simultáneas en la capital, Pachuca, y en el municipio huasteco de Huejutla, exigiendo que el gobierno estatal accediera a entablar una mesa de diálogo. Pero solo encontraron las cerradas las puertas del Palacio de Gobierno. Pese a que los antorchistas hidalguenses instalaron un plantón en la plaza principal de Pachuca, durante 20 días, el gobierno los ignoró. Pero a unos días de las elecciones de junio, el secretario de Gobierno, Guillermo Olivares Reyna, pidió que se levantara el plantón con la promesa de una mesa de diálogo. A pesar de eso, los antorchistas hidalguenses pensaron que estaría bien destensar las cosas y el 7 de mayo levataron el plantón y esperaron la llamada del secretario de Gobierno para acordar la reunión.
“Pero nadie salió a atenderlos, ni a recibirlos, ni a preguntarles que qué querían”, dijo el dirigente Juan Manuel Celis.
Los antorchistas de Puebla están inconformes con ese trato y exigen un alto a la represión de Morena.
