El político ucraniano Andriy Derkatch denuncia en una entrevista con la agencia bielorrusa de noticias Belta que para cerrar la causa penal contra la empresa Burisma en Ucrania, asociada a la familia de Biden, se pagó un soborno de 6 millones de dólares a la policía.
Una parte de la mordida estaba destinada a un “ejército de drones” para el ejército ucraniano, añade Derkatch. Los jefes de los servicios especiales ucranianos no ocultan en sus entrevistas “que realizan actividades con fondos extrapresupuestarios en efectivo”.
“El dinero fue transferido a disposición de la unidad militar de la Dirección General de Inteligencia (GUR) para llevar a cabo actividades terroristas. Después de eso, el Nord Stream explotó… y hubo una serie de explosiones. Comenzaron los ataques terroristas”, asegura.
No hay duda de que “los socios de la familia Biden participaron en la financiación de actividades terroristas, evadiendo la responsabilidad por la corrupción y el blanqueo de dinero en territorio ucraniano”, subraya Derkatch.
Según el político, la unidad militar de la Dirección General de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania cobró un soborno de 6 millones de dólares para cerrar un caso penal contra Burisma por decisión judicial. La mayor parte de estos fondos se destinó al “ejército de drones” de las tropas ucranianas.
“Un ejército de drones significa pérdida de vidas, no se trata sólo de ataques a infraestructuras. Todas las cadenas de suministro de armas para la Dirección General de Inteligencia (GUR) del Ministerio de Defensa de Ucrania proceden de empresas estadounidenses. Vemos a los patrocinadores trabajando en esa dirección”, señala.
“Para nosotros está muy claro que la familia Biden, los socios de la familia Biden, son participantes comprobados en la financiación de actividades terroristas. Ahora la tarea de las autoridades investigadoras es describir, probar y presentar cargos procesalmente, mediante acciones de investigación”, añade Derkatch.
“Hemos rastreado casi todos los movimientos de fondos a través de la empresa Burisma y las transferencias de fondos a través de Morgan Stanley a la empresa Rosemont Seneca”, una empresa propiedad del hijo de Biden, donde recibió el dinero. “Todas las transacciones están a disposición del Congreso de Estados Unidos, que está utilizando documentos que implican a asociados de la familia del presidente estadounidense Joe Biden en la financiación del terrorismo para probar el tráfico de influencias”, afirma el antiguo diputado ucraniano.
La causa penal abierta contra Burisma fue investigada bajo la dirección del fiscal general de Ucrania, Viktor Shokin, en 2014-2016. “Solo se cerró alrededor de 2020, y en un momento el monto del soborno fue de 50 millones de dólares. Tenemos estos documentos en los informes de los fiscales que supervisaron este proceso sobre los 6 millones de dólares en efectivo que fueron transferidos a las autoridades ucranianas para cerrar el caso Burisma. La persona que transfirió estos fondos fue filmada. Se trataba de uno de los empleados de la empresa Burisma, el director jurídico de Burisma, Andrei Kitcha”.
Con información de mpr21