Si los países occidentales quieren resolver la crisis ucraniana en el campo de batalla, Moscú está preparada para ello, declaró el ministro de Exteriores ruso en funciones, Serguéi Lavrov.
“Es su derecho, si lo quieren en el campo de batalla, será en el campo de batalla”, dijo Lavrov durante las consultas en el Senado ruso sobre su nuevo nombramiento como ministro de Exteriores.
Hablando de la conferencia sobre Ucrania en Suiza, prevista para junio y a la que Rusia no ha sido invitada, el ministro comparó la situación con una “reprimenda a un colegial”.
“La conferencia (…) se reduce a formular una vez más un ultimátum a Rusia. Como a un mal estudiante, el consejo de profesores lo expone, deciden todo entre ellos, luego lo llaman y anuncian el veredicto: no se le puede hablar a cualquiera así, especialmente a nosotros”, explicó Lavrov.
Además, enfatizó que Suiza ya no es adecuada para celebrar negociaciones porque “se ha puesto claramente del lado de Ucrania”.
Según el canciller ruso, la conferencia se centrará en la fórmula del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, pero ignorará otras iniciativas disponibles, incluida la de China, que, según Lavrov, es “la más completa”.
El ministro recordó que Moscú ha dicho en repetidas ocasiones que está dispuesto a negociar un acuerdo, pero “teniendo en cuenta el reconocimiento de las realidades que han surgido”.