El 90% de los 60 mil 800 millones de dólares aprobados por el Congreso estadounidense destinados para ayuda militar a Ucrania, se destinarán a inversiones de la industria militar de Estados Unidos, de acuerdo con el analista Mark Cancian del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
La decisión del Cámara baja del parlamento norteamericano es casi seguro es que será aprobada por los senadores porque es resultado de la alianza entre demócratas y republicanos, que supuestamente estaban opuestos a enviar un solo dólar más a Kiev; sin embargo, esta acción demuestra que lo une más a estas dos facciones partidistas es el aumento del gasto militar.
Los nueve meses de retraso en la toma de esa decisión fue algo temporal producto de la lucha interna electoral.
Por otra parte, Lindsey Graham, republicano y fanático defensor de la guerra contra Rusia desde 2014, le planteó a Volodomir Zelensky que la asistencia militar era a crédito. Kiev pasó de los impulsos de la ira hasta la aceptación, conscientes de que la deuda que contrae Ucrania será impagable.
Aunque los demócratas y los republicanos han querido presentar está “ayuda a Kiev” como una inversión en seguridad nacional y la oportunidad de derrotar a un enemigo histórico, esos argumentos no esconden los beneficios económicos que recibirá el país norteamericano.
El periodista Marc Thiessen publico en The Washington Post un artículo en que hace la siguiente pregunta: “Si usted supiera que la mayor parte de la ayuda militar que el Congreso aprueba para Ucrania se gasta aquí mismo, en EEUU, muy posiblemente en su propio distrito electoral, reforzando nuestra capacidad de producción de defensa y creando buenos puestos de trabajo en la industria manufacturera para los trabajadores estadounidenses, ¿querría que sus representantes en Washington la apoyaran?”