Un código catalogado muchos como irresoluble que estaba escondido en el bolsillo de un vestido antiguo, finalmente fue descifrado. Las líneas cortas escritas a mano de palabras no relacionadas, contenían informes meteorológicos codificados para enviar por telégrafo a finales del siglo XIX.
De acuerdo al Magazine Smithsonian, un vestido de seda, de mediados de la década de 1880, en el que se encontraron los trozos de papel con misteriosos mensajes encontrados en el bolsillo, finalmente han sido decodificados, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).
Hace diez años, la arqueóloga y coleccionista de vestidos antiguos Sara Rivers Cofield encontró dos trozos de papel arrugados metidos en el bolsillo oculto de un vestido. Garabateadas en las páginas había cadenas de texto sin sentido: una línea, por ejemplo, decía en inglés: “Bismark, omitir, hoja, dólar, banco”, mientras que otra decía “Calgary, Cuba, unguard, confute, duck, fagan”.
Sara Rivers publicó el vestido y su sorprendente contenido en su blog en febrero de 2014. Las palabras ininteligibles ganaron notoriedad y pronto fueron consideradas entre los 50 códigos más irresolubles del mundo, según la NOAA.
Pero eso ya cambió. Wayne Chan, Analista de la Universidad de Manitoba en Canadá, determinó que las palabras clave se habrían utilizado para transmitir el tiempo local por telégrafo.
En aquella época, los mensajes telegráficos que contenían mucha información tenían que condensarse para ahorrar dinero. Chan explicó en un artículo de 2023 en la revista Cryptologia que las empresas de telégrafos cobraban por palabra, por lo que codificar mensajes podría reducir efectivamente su precio.
La línea que comienza con Bismark, por ejemplo, parece codificar el tiempo en la actual Bismarck, Dakota del Norte, el 27 de mayo de 1888, a las 10 de la noche. La breve lista de cinco palabras contiene datos meteorológicos de amplio alcance: temperatura del aire, presión barométrica, punto de rocío, precipitación, dirección del viento, condiciones de las nubes, velocidad del viento y observaciones del atardecer, todo ello integrado.
El vestido color bronce, lo compró en un centro comercial de antigüedades en Maine en 2013. En la publicación de su blog, lo llamó un vestido de seda de libro de texto de mediados de 1880. La seda estaba en buenas condiciones y todavía tenía los botones originales que parecían tener imágenes de Ofelia de Hamlet de William Shakespeare.
Un examen más detenido reveló una etiqueta de papel cosida en el corpiño con el nombre Bennett escrito a mano en cursiva. No fue hasta que Sara Rivers le dio la vuelta al vestido que descubrió un bolsillo que había estado oculto detrás de la sobrefalda.
Su publicación se volvió viral y la gente comenzó a inventar teorías sobre el significado de las notas y algunos especularon que podrían estar relacionadas con la Guerra Civil. Sin embargo, la antigüedad del vestido hacía que eso fuera poco probable.
Una explicación más plausible era que el texto debía enviarse por telégrafo. Chan se interesó en rastrear el código telegráfico utilizado en las notas, por lo que buscó en 170 libros de códigos diferentes, sin éxito. Finalmente, encontró uno con una sección del código meteorológico del Cuerpo de Señales del Ejército de EU y descubrió algo.
Ciertos aspectos de las notas, como la longitud de las líneas de alrededor de cinco a siete palabras y el hecho de que comenzaban con el nombre de un lugar, recordaban los códigos meteorológicos que Chan encontró. Se puso en contacto con un Bibliotecario de la NOAA, quien lo llevó a un libro de códigos telegráficos meteorológicos de 1892, lo que ayudó a Chan a confirmar que las notas de hecho contenían informes meteorológicos.
Con el libro Chan determinó que los mensajes provenían de estaciones meteorológicas del Servicio de Señales del Ejército en EU y Canadá, según la NOAA.
La línea «Bismark, omitir, hoja, dólar, banco» significaba que en Bismarck, la temperatura era de 56 grados Fahrenheit y la presión barométrica era de 30.08 Hg:, información codificada en la palabra «omitir». La palabra «hoje» indicaba que el punto de rocío era de 32 grados a las 10 pm. Los cielos estaban despejados, sin precipitaciones y con viento del norte («buck»), soplando a 12 millas por hora («bank»).
Chan y Rivers aún no están seguros de quién era el propietario del vestido y cómo terminaron con ese informe meteorológico. Varias mujeres trabajaron como personal administrativo para el Servicio de Señales del Ejército en Washington, Distrito de Columbia en la década de 1880, según la NOAA.
Pero Chan no pudo encontrar registros de nadie llamado «Bennett» que trabajara allí en ese momento, dejando esa parte del misterio aún sin resolver. Pero, algo es algo…