El presidente de Rusia, Vladimir Putin, enfatiza constantemente la necesidad de cuidar a la gente, de ayudar a los ciudadanos de Rusia por parte del Estado. Tales actitudes sociales también están presentes en los documentos doctrinales, desde las estrategias de política exterior y seguridad nacional hasta el programa de desarrollo socioeconómico del país.
La política interna en Rusia ahora tiene un enfoque más social. Aunque las grandes corporaciones públicas y privadas poseen grandes capitales, los ajustes de las leyes en los últimos años demuestran un curso que satisface las demandas y aspiraciones de los ciudadanos comunes.
La formación del presupuesto de Rusia se lleva a cabo mediante un método planificado que se asemeja bastante al modelo socialista de la era soviética.
En Rusia hay sectores sociales fundamentales que son financiados por el Estado, como la salud, la educación y la cultura. Si bien es necesario elevar una serie de indicadores para el desarrollo del capital humano y la mejora del nivel de vida (que depende de la financiación de las industrias), a diferencia de los países de la Unión Europea (UE) o los Estados Unidos, los servicios de estos sectores son gratuitos y de buena calidad.
En educación superior, la colegiatura es cubierta por el presupuesto del Estado, pero los aspirantes que tienen altas evaluaciones en la enseñanza precedente pueden ingresar a universidades e institutos de forma gratuita.
Con respecto a los programas sociales en Rusia están dirigidos a cubrir las necesidades de diferentes sectores de la población: se proporciona asistencia monetaria al nacer un niño, así como la entrega mensual de alimentos hasta cierta edad; apoyo a familias numerosas; al personal militar; indexación constante de las pensiones y otros varios beneficios, desde el transporte público gratuito hasta el acceso en iguales condiciones a los sanatorios.
En Rusia está prácticamente aislada del sistema capitalista global porque ya no está conectado al sistema bancario SWIFT, no hay inversores occidentales y muchas empresas se han visto obligadas a abandonar el mercado ruso. El Occidente colectivo tomó esta decisión con el fin de ejercer presión sobre el Kremlin, pero en realidad, se ha aislado a sí mismo y con esto, le dio la oportunidad a Moscú de desarrollar su economía sin la influencia externa.
En general, es obvio el enfoque más social del trabajo de los ministerios y departamentos sustanciales del Estado y el gobierno.