Mientras Israel mata a miles de personas en Gaza, la nación ubicada en el Medio Oriente está gastando millones de dólares en una guerra de propaganda, comprando anuncios en YouTube, Facebook, Instagram y otras aplicaciones en línea, así se explica como un ejército de trolls proisraelíes ha invadido la función de Notas de la comunidad en X/Twitter, intentando influir en el debate en línea en torno a la crisis actual.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel gastó casi 7 millones de dólares en anuncios en las semanas posteriores a la incursión de Hamás. El gobierno israelí se centró abrumadoramente en las naciones occidentales ricas, siendo sus principales objetivos Francia, Alemania, el Reino Unido, Bélgica y Estados Unidos. En Francia, el ministerio gastó 3.8 millones de dólares. Sin duda, otras ramas del gobierno israelí también gastaron dinero en publicidad.
El mensaje abrumador de la campaña fue que Hamás son “terroristas vinculados con ISIS” y que Israel, una democracia moderna y secular, que se está defendiendo de la agresión extranjera.
Casi todas las opiniones del Ministerio de Asuntos Exteriores israelíes son inorgánicas. La mayoría de sus cargas en YouTube obtienen sólo unos pocos cientos de visitas, pero los seleccionados como anuncios tienen cientos de miles o incluso millones de visitas.
En apenas una semana, el Ministerio de Asuntos Exteriores publicó 30 anuncios vistos más de 4 millones de veces en Twitter, tales como, “el mundo derrotó a ISIS. El mundo derrotará a Hamás”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores también compró una gran cantidad de anuncios en Facebook, Instagram, juegos para móviles y aplicaciones como el profesor de idiomas Duolingo.
Desde el 7 de octubre, un ejército de trolls pro-israelíes ha formado una brigada en la función Notas de la comunidad en X/Twitter y está intentando socavar y atacar tantas publicaciones como sea posible que muestren a Israel bajo una luz negativa o a Palestina bajo una luz positiva.
Un ejemplo de ello es el ataque al hospital Al-Ahli en Gaza. En un tuit del periodista Dan Cohen que señalaba que Hananya Naftali (un asistente del primer ministro Benjamín Netanyahu) se había jactado de que Israel llevó a cabo el ataque antes de borrar su mensaje, Community Notes escribió que “Naftali se ha retractado abiertamente de su declaración, como lo han demostrado pruebas concluyentes desde entonces”. Se muestra que la explosión fue provocada por un cohete fallido desde Gaza”.
Cuando la agencia noticiosa Al-Jazeera publicó una investigación de que no encontró evidencia que respaldara la afirmación de Israel de que un lanzamiento fallido de un cohete palestino fue el culpable de los daños en el Hospital Al-Ahli, la historia se volvió viral. Este fue un duro golpe para Israel y sus apologistas.
La guerra mediática promovida por Israel pretende crear una oleada de apoyo artificial a Israel en foros cruciales para influir en la opinión pública.
