La huelga en las tres grandes fabricas de automóviles, Ford, Stellantis y General Motors que inició el 15 de septiembre, ahora, se amplio en 38 centros de distribución de piezas de Stellantis y General Motors donde los trabajadores abandonaron el trabajo. Estas unidades están repartidas por 20 estados.
Las reivindicaciones incluyen, la eliminación de los distintos niveles salariales, hacer fijos a los eventuales, indexar los salarios a la inflación, la recuperación de los regímenes de pensiones con prestaciones definidas, la prestación de asistencia sanitaria a las personas jubiladas, que está incluida en el convenio colectivo en Estados Unidos y la garantía de la seguridad laboral como parte de la transición a los vehículos eléctricos.
El 22 de septiembre, 5 mil miembros del sindicato UAW (United Auto Workers) se incorporaron a la huelga; ahora unos 13 mil trabajadores de las plantas de montaje de Ohio, Michigan y Missouri llevan una semana en huelga. Desde entonces, 18 mil trabajadores de las Tres Grandes han organizado pequeñas manifetaciones con parcatas exhibiendo lemas y consignas en la huelga en todo el país.
Esta movilización añade un nuevo tipo de secciones a la lista de establecida en las empresas en los que se ha declarado la huelga. Los centros de distribución de piezas (CDP) suministran piezas y accesorios posventa a los concesionarios, una parte muy rentable del negocio de las empresas.
La mayoría de las unidades tienen entre 50 y 150 trabajadores, pero algunas son mucho mayores. Según General Motos, el centro de procesamiento de Davison Road, en Burton (Michigan), emplea a más de mil 200 personas y procesa 9.9 millones de piezas al mes, entre pedidos de clientes nacionales e internacionales. GM ha invertido 168.5 millones de dólares en estas instalaciones de 93 mil metros cuadrados.